Un rapapolvo para el Cacereño en el peor momento
La goleada cosechada en Segovia supone un duro revés a nivel clasificatorio y anímico de cara al tramo decisivo
«Esto no es nuevo, puede coger por sorpresa a otra gente, pero llevo tiempo diciéndolo». Así de rotundo fue Julio Cobos en su rueda de prensa posterior al duelo en el que el Cacereño sufrió un rapapolvo contundente, hiriente e inoportuno. Se refería más que a lo abultado del resultado (5-0) a la deriva de un equipo sin halo ni aura para aspirar a nada más que escapar de las catacumbas de la clasificación. Cada vez que ha gozado de una oportunidad de resetear sus aspiraciones y optar por cotas más altas, la realidad se empecina en abofetearles y ponerles de bruces contra un contexto poco amable. «Hay cosas que se perciben y las dinámicas te van situando y la nuestra este año no es de estar peleando por estar arriba».
Los últimos acontecimientos siguen cargando de razones a Cobos, que insistía en que «cuando estás peleando por estar arriba, si el otro es muchísimo mejor, te tira dos palos, te hace siete ocasiones, en el minuto 90 metes el gol, esa dinámica no la tenemos». Puso como ejemplo el derbi en casa frente al Badajoz hace algo más de siete días. «Teníamos el partido para ganarlo con un penalti en el final y no entró, la paró el portero, cuando tienes buena dinámica la metes y sumas tres puntos más».
Hace menos de un año, bajo la tutela del preparador de Valdehornillos, el Cacereño opositaba para ceñirse un traje de bronce, pero el contexto actual ha mutado por más que ciertas dosis de mejoría traigan aromas de esa época dorada. «Lo vengo avisando, tenemos que sumar los puntos que nos den la salvación lo antes posible y ese es nuestro objetivo, lamentablemente. Me gustaría luchar por otras cosas, pero esto es lo que hay». Y es cierto que el técnico extremeño no ha cambiado su discurso, porque ese mantra le ha acompañado todo el curso, con la sapiencia que aporta las tablas y un empirismo irrefutable que proporciona palpar cada día la atmósfera del vestuario de primera mano.
Una 'manita' siempre deja una honda impronta anímica, pero en el tramo decisivo, en el que se castiga cualquier vacilación y no hay margen de error, la confianza es una coraza protectora vital para minimizar los daños cuando la batalla se recrudece. Los verdiblancos dieron un paso atrás de gigante, hincar la rodilla está permitido ante un rival de la zona noble, pero mostrar tantas fragilidades cuando aprietan todos los de abajo puede abocar a un final dramático.
Pese a la bruma espesa de negatividad subyacente de la debacle de Segovia, el entrenador extremeño trata de relativizar para recuperar a su tropa. «Son derrotas que duelen con tantos goles pero es un partido, hace dos semanas metimos cuatro al Talavera. Vamos a pensar en el siguiente, quedan pocos y no hay tiempo de lamentarse». Además, en su lectura del encuentro ante la Gimnástica, quiso alejar cualquier conato de rendición después de encajar dos tantos al cumplirse la media hora de juego, «no creo que hayan bajado los brazos, lo han intentado, pero no hemos pisado área todo lo que nos hubiera gustado». Aunque la inoperancia no es mucho mejor síntoma que capitular.
La desgracia del lacerante guarismo no vino sola y casi más preocupante es la lesión de Javi Barrio de cara a lo que viene, al tratarse de uno de los futbolistas más en forma y un pilar básico en la zaga desde su llegada en el mercado de invierno.
La tabla traza el nuevo itinerario del Cacereño, ubicado tan solo un puesto y dos puntos por encima del playout; a uno más dista el abismo del descenso, que acecha peligrosamente. Los duelos fratricidas ante un Montijo casi desahuciado y a un Llerenense metido hasta las rodillas en el fango marcarán el devenir de los verdiblancos.
Promociones de entradas para el derbi del domingo ante el Montijo
El Cacereño atraviesa la fase decisiva de la temporada y la directiva es consciente de la importancia de contar con todo el apoyo posible de su afición para dar el puñetazo definitivo en la mesa y escapar de la zona baja. La semana que viene afronta en el Príncipe Felipe (17.30 horas) un duelo vital frente al Montijo para el cual los abonados podrán adquirir dos entradas por 8 euros en tribuna y 5 en preferencia. También quieren enganchar a los menos asiduos para tratar de que la grada del coliseo verdiblanco se pueble y el público general tendrá a su disposición dos entradas por 15 euros en tribuna (4 euros los niños) y 10 en preferencia (2 los niños).