Este Mérida quiere hacer historia

El Mérida AD no ha ganado jamás en su historia los dos primeros partidos de Liga en Segunda B. De hecho, para encontrar al último Mérida que ganó en esas dos primeras jornadas ligueras (sin contar Tercera División) hay que remontarse a septiembre de 1994, cuando aquel equipo de Sergio Kresic que acabaría consiguiendo el ascenso a Primera en Ipurúa se imponía al filial del Barcelona y al Marbella. Por entonces los triunfos solo valían dos puntos. Es decir, que el Romano nunca ha saboreado un seis de seis como sí puede hacerlo este mediodía (si es que este dato no lo ha gafado ya).

Solo tiene que ganar al Ceuta. Tan fácil, tan difícil. «Los números y las estadísticas están ahí para ser reseñadas, pero no nos mete presión», tranquiliza el técnico emeritense, Juan García. «Tenemos una responsabilidad, que es hacer bien nuestro trabajo. Y lo estamos haciendo a diario cumpliendo con el plan de partido. Y si conseguimos ganar al Ceuta, pues añadiremos el triunfo a la estadística y nos congratularemos. Pero el objetivo es el partido, el Ceuta y ganar, no miramos más allá».

Un Ceuta muy mentiroso. Su primera media hora ante el Villanovense en la primera jornada fue de equipo de Tercera Federación, pero su segunda mitad y el currículum de su plantilla son para mirar a la zona alta del grupo. «A mí me parece un equipazo. Hay que respetarles mucho», opina Juan García. «Y seguramente haya hecho una autocrítica tremenda esta semana después de lo que pasó en la primera jornada y haya estado trabajando todo lo que crea que tiene que corregir. Es un rival herido y eso lo hace aún más peligroso. Y luego tiene una plantilla equilibrada con un modelo de juego muy característico».

Pero llega con derrota y dudas, todo lo contrario que el Mérida, que llega con victoria y buenas sensaciones. De hecho, aparte de ganar, también quiere gustar. Atraer, enganchar, ilusionar más. Por la confianza del grupo y, sobre todo, por la afición, que necesita más razones para confiar después de los dos varapalos deportivos de las últimas dos temporadas. «Lo importante son los tres puntos, pero no dejamos de lado el sentimiento y el escudo. Aunque con eso no se gana. Que vengan, que van a ver a un equipo luchador, trabajador, que no da un balón por perdido. Que se vean identificados con los jugadores».

Sin Héctor Camps y Pedro Lagoa y apurando hasta el final las opciones de Diego Parras, lo normal es que Juan García repita engranaje defensivo: con Cubo y Ebuka en los laterales y Mario Robles de anclaje en la medular. Pero también podrían entrar Chirri y Álvaro Ramón en los carriles y jugar con defensa de tres. Y en el medio, por el rival, por la propuesta y por las dimensiones del terreno de juego, lo normal es que ingrese en el ‘once’ Gaspar. Lo normal.

Aunque lo importante es ganar; si se puede, hasta gustar; pero, sobre todo, hacer un seis de seis por primera vez en la historia.

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