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Sergio Guilló en el césped del Romnano tras el partido ante el Alcorcón. JOSÉ MANUEL ROMERO
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Los 'recados' de Sergi Guilló

El técnico del Mérida le restó polémica al precio de las entradas y reclamó la asistencia de la gente para generar un ambientazo y salió en defensa de Herculanox

R. P.

Mérida

Viernes, 30 de mayo 2025, 21:06

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El técnico del Mérida subió a la previa del duelo ante la Real Sociedad B con dos mensajes en la cabeza. Y le preguntaran o no por ellos, tenía decidido expresar su opinión, que para eso ha sido el portavoz más relevante del club durante toda esta temporada. El primero y más sustancial, el de la polémica por la política de precios del club para esta ida de las semifinales. Y más después de que el club decidiera ampliar el plazo de los abonados para sacar su suplemento hasta el sábado a las 10.00 horas y los abonados que quisieran pudieran irse al fondo sur al precio de 15 euros en lugar de 20.

«Sé que ha habido polémica por el precio de las entradas, pero yo incido mucho en el ambiente del partido», se arrancó Sergi Guilló. «Son 17 años sin jugar un partido como este. Creo que cualquier persona o habitante de Mérida hubiese puesto un precio más alto si cabe para ver un partido como este hace siete, doce o quince años. Que la gente reflexione y que le den valor a lo que han hecho estos jugadores, que se han ganado la oportunidad de que se viva un ambientazo. El club ha puesto ahora una promoción más, así que si no puedes ir a tribuna, vete a fondo. Pero vente, porque el equipo necesita un ambiente hostil para el rival. Tenemos que jugar con uno más».

Todo aficionado que acceda al estadio pagará su entrada. Absolutamente todos. Los abonados el mismo suplemento a 15 euros en cualquier parte del campo, los no abonados una entrada entre 35 y 20 euros, los infantiles 15 euros y los futbolistas de La Academia, 10 euros. Esta última medida con los canteranos se ha tomado porque muchos adultos entraban con el carné de los niños afirmando que era entrenador. Salvo la veintena de aficionados de la Real Sociedad, que irán ubicados en fondo norte, todos los demás entrarán a fondo sur. Un fondo que está siendo arreglado a contrarreloj con butacas en los sitios donde faltaban, limpieza de asientos y baños portátiles.

El segundo 'recado' de Sergi Guilló se lo dejó el técnico emeritense para el final del todo. Una vez acabaron las preguntas, se arrancó: «Quería apuntar una cosa que me llamó la atención el otro día, y es el tema de Hercu». Se refería al murmullo generado por el Romano cada vez que el delantero portugués participaba en una jugada. «No es momento para ese runrún feo. No soy nadie para decir qué cosas hacer, pero yo veo a Hercu entrenando y es un jugadorazo. Luego le veo jugando y es verdad que está a un nivel más bajo del que entrena, y eso es porque está bloqueado mentalmente. Aquí podemos equivocarnos todos, pero quiero que la gente le apoye en ese sentido porque ahora mismo es el relevo de Eslava. Si la gente le viese entrenar… es un 'pepino' de futbolista. Y yo quiero ver en el campo al Hercu que entrena. Es un chico que ha caído muy bien y sus compañeros le quieren mucho. Quiero que la gente le dé el apoyo que se merece, para que se libere y dé su mejor versión. Porque ya os digo: es un pedazo de jugador».

Herculano será la alternativa de Javi Eslava en el tramo final, porque Mizzian y Luis Pareja continúan lesionados. Son las dos únicas bajas del Mérida de cara al partido del domingo. Guilló espera contar con el delantero para la vuelta y con el central para una hipotética final.

Beneit: «El calor va a condicionar»

El rendimiento de Beneit este curso lo ha convertido tanto en indiscutible como en imprescindible para Guilló. De ahí que fuera el elegido del vestuario para la última declaración antes del choque del domingo. Un choque marcado por las altas temperaturas: cuando arranque, el termómetro marcará unos 37 grados. «El calor va a condicionar mucho y los jugadores nos vamos a ver mermados. El terreno de juego va a estar más lento, las circulaciones son diferentes e incluso cuando conduces el balón, notas que el tacto con el cuero no es el mismo. Y luego que al final, cada quince minutos, te entran ganas de beber agua porque te deshidratas muy rápido».

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