El Mérida vuelve a inmolarse
Esta vez ante el colista, concediendo otro gol de risa en salida de balón y suspendiendo con nota en ataque y en carácter
R. P.
Mérida
Sábado, 11 de octubre 2025, 20:49
El vestuario entero debería escribir cien veces en una pizarra durante varios días seguidos que el equipo no está para arriesgar en salida de balón. El equipo no está para arriesgar en salida de balón. El equipo no está para arriesgar en salida de balón. Y así hasta que se duerma la mano. Porque regaló el tanto que lo descompuso en Zamora hace quince días y volvió a regalar el tanto que le destrozó este último sábado en Salamanca.
Sin que ninguno de los dos equipos estuviera mereciendo absolutamente nada, el Mérida se volvió a inmolar gratuitamente. Ante la presión del rival, volvió a decidir salir con el balón jugado desde atrás, sin tensión, y el mal pase esta vez de Gaizka a Csenterics provocó el churrigol de Abde Damar nada más salir a la segunda parte. A partir de ahí, como en la última salida, el rival creció desde la confianza y el Mérida se hundió, confirmando la falta de personalidad y carácter de este grupo a domicilio.
Porque más allá de los dos goles regalados, el conjunto emeritense volvió a suspender con nota en ataque. Y enfrente no estaba el Tenerife, sino el, hasta el momento, peor equipo del grupo. Antes de inmolarse y también después, los de Fran Beltrán fueron incapaces de hacerle cosquillas a un equipo que había encajado diez goles en seis partidos y sólo había ganado uno. Una ocasión de Álvaro García nada más empezar, un disparo desde dentro del área de Artola en el 70' ya con el partido prácticamente perdido, y un cabezazo de Álvaro García en el 97'. Eso fue todo.
Reclamaba por activa y por pasiva Fran Beltrán en la previa actitud, personalidad y el 200% de cada uno de los suyos para enganchar dos victorias seguidas… y el equipo volvió a demostrar que, al menos a domicilio, es anticompetitivo. Sea quien sea el que esté enfrente, vaya al campo que vaya. Y hoy no tiene excusas. Se repitió el mismo 'once' y el mismo dibujo que hace una semana, y ni por esas el Mérida desplegó ni el mismo juego ni la misma convicción.
Partido feo y pobre
Ya desde la primera mitad ambos conjuntos evidenciaron por qué habitan en la zona más apurada de la clasificación: los de Beltrán porque siguen adoleciendo de ese puntito de carácter y personalidad que sí sacan en el Romano pero no en feudo rival y los charros porque tienen muy poquito. De ahí que ninguno de los dos se atreviera a soltarse, de ahí que el partido no acabara de romper. Al descanso se llegó sin ningún tiro a puerta reseñable.
Unionistas:
Unai Marino; Jan Encuentra, Farru, Aleix Gorjón, Raúl Prada; Juanje, Jota López (Luis Rollán, 81'), De la Nava (Ramiro, 89'); Damar (Aarón Piñán, 60'), Álvaro Gómez (Gastón Valles, 81') y Pere Marco (Hugo de Bustos, 60').
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Mérida:
Csenterics; Felipe Alfonso (Jacobo Martí, 78'), Gaizka (Rodrigo, 88'), Lancho, Vergés; Beneit (Víctor Corral, 65'), Martín Solar; Doncel (Artola, 65'), Chiqui, Areso (Rui Gomes, 65'); y Álvaro García.
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Goles: 1-0, min. 49: Damar. 2-0, min. 62: Hugo de Bustos.
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Árbitro: Daniel Clemente Manrique, del comité canario. Amonestó al emeritense Doncel y a los charros Raúl Prada, Juanje, Aleix Gorjón, De la Nava y Jota.
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Incidencias: 3.315 espectadores en el estadio Reina Sofía de Salamanca, más de 200 desplazados desde Mérida.
Y eso que el inicio hacía indicar todo lo contrario: arrancó el Mérida valiente, en campo contrario, robando tras pérdida y alto y así le llegó la primera (y única) ocasión en las botas de Álvaro García, que en el 2' disparó alto desde dentro del área cuando todo el fondo de aficionados emeritenses ya se levantaba para gritar el gol. La acción fue engañosa, porque a partir de ahí el Unionistas fue lentamente girando el partido.
No por fútbol, pero sí por el orgullo de ganar en su casa. Pero salvo un cabezazo de Pere Marco del primer al segundo palo que salió rozando la base de la madera en el 21', Csenterics vivió demasiado tranquilo. De hecho, lo más emocionante de la primera parte fue cuando el banquillo de Unionistas pidió una revisión para que expulsaran a Gaizka en el 28'. A veces la herramienta deja en entredicho el juicio de los cuerpos técnicos: no era ni falta.
Tras el descanso, el partido se terminó con ese regalo en salida de balón entre Gaizka y Csenterics en el 49'. Porque el Mérida no volvió a levantar cabeza. Diez minutos después, en una contra por derecha que no cerró Areso por banda contraria, Hugo de Bustos mataba el partido completamente solo en el segundo palo. A partir de ahí, penuria e impotencia. Y la lesión de Felipe Alfonso. Ni los cambios importaron ni aportaron. Así que el equipo de Fran Beltrán vuelve al punto de partida de las dudas de hace quince días. Ante este panorama, el objetivo no puede ser otro que salvarse.