El Cacereño obra el milagro ante el Athletic en la Copa de la Reina

Ya había empezado el partido con susto para el Athletic. Una recuperación de Lezcano la finalizó Macías con un disparo raso y duro que se marchó muy cerca del palo derecho de la portería defendida por Quiñones, titular en detrimento de Nanclares.

Fue la antesala de lo que estaba por venir, ya que el Cacereño, muy intenso en la recuperación tras pérdida, volvió a presentarse con peligro en los dominios de la escuadra rojiblanca. Y esta vez no perdonó. Yorladiz penetró por la derecha y mandó un centro desde la línea de fondo que Macías, en el segundo palo, puso al corazón del área chica. Allí, en boca de gol, Lezcano envió el cuero al fondo de las mallas y puso el 1-0. Un centro de Sara Rubio desde el costado derecho puso en aprietos a Quiñones, que erró en el despeje con el puño y golpeó a una compañera.

Superado el cuarto de hora, tras un mal centro del conjunto de Aznar al área local, la respuesta del Cacereño fue una fulgurante transición en la que Yorladiz cruzó su disparo, que acabó en un córner sin consecuencias.

El primer intento del conjunto bilbaíno fue un golpeo lejano de Zubieta que se perdió por encima del larguero. Sin embargo, superado el ecuador del primer acto, el Athletic se encontró con un premio inesperado: un penalti cometido por Noko sobre Amezaga en la prolongación de un saque de banda servido por Nerea Nevado desde la banda izquierda. La propia delantera vizcaína fue la encargada de transformar la pena máxima y devolver las tablas al marcador.

El tanto supuso un mazazo para el Cacereño, muy intenso y crecido hasta ese instante. Y las discípulas de Aznar se fueron soltando, aunque, con media hora de juego, Macías volvió a probar con un tiro lejano bien atajado por Quiñones. Más peligro llevó, al minuto siguiente, un lanzamiento de falta muy lejano de Adela, casi desde la línea divisoria de ambos campos. La portera guipuzcoana, algo adelantada y tal vez cegada por el sol, no pudo retener el esférico y Maddi evitó in extremis que Lucía pudiera marcar.

Todo se le complicó al elenco de Ernesto Sánchez en el epílogo del primer acto. Yorladiz, que estaba siendo muy desequilibrante por el lado derecho, trató de irse en carrera y Maddi la sujetó. La jugadora del Cacereño, que ya había sido amonestada, protestó y vio la segunda cartulina amarilla, por lo que dejó a su equipo con una jugadora menos con más de medio encuentro por delante.

El preparador del cuadro cacereño dio entrada a Nora tras el intermedio por la muy activa Macías y, pese a estar en inferioridad numérica, abrió el segundo acto con un disparo raso de Acedo que capturó Quiñones. Y no fue una acción aislada, ya que la escuadra verdinegra, con mucho atrevimiento, siguió presionando con fe y pisando el área del Athletic.

El Athletic dispuso de una buena oportunidad en un contraataque en el que Amezaga le ganó la partida a Adela y se plantó ante Delia. Su intento de vaselina no fue bueno y la pelota, tras tocarla la portera del Cacereño, la acabó despejando Nora.

El elenco de Sánchez seguía teniendo más iniciativa en el juego, aunque el conjunto bilbaíno volvió a generar otra clara ocasión haciendo buena la envergadura de Valero, quien cabeceó por encima del larguero un centro desde la derecha de Zubieta. Patri Zugasti añadió otra oportunidad, sin éxito en la definición.

Sin embargo, el bravo equipo anfitrión volvió a sembrar el pánico tras una recuperación de una inconmensurable Adela a la que estuvo a punto de ponerle el broche de oro Lezcano, cuyo golpeo exigió de una buena intervención de Quiñones para enviar el balón a córner. Fue la antesala de lo que estaba por venir. Una falta cometida por Gara le sirvió a Adela para poner el cuero en el interior del área, donde Valero no llegó para despejar y Okuma lo elevó ante la salida de Quiñones para firmar el 2-1.

El partido finalizó con Quiñones incorporada al ataque en un esfuerzo estéril por forzar una prórroga que no había merecido el conjunto de David Aznar ante un Cacereño titánico que siguió la fiesta tras el pitido final. Ahora espera rival en el sorteo de cuartos.