El Cacereño Femenino no se conforma con la matrícula de honor

Con esa hoja de servicios, de tapadas han mutado a aspirantes de pleno derecho, capaces de poner en apuros a cualquier equipo y «afrontamos esta final con ese espíritu guerrero que tenemos», avisaba en la víspera del primer asalto frente al Dux Logroño el entrenador del conjunto verdiblanco, Ernesto Sánchez. Y, jugando con el factor mental, el preparador extremeño quiso deslizar rápido cualquier tipo de exigencia hacia sus adversarias, «ellas presupuestariamente están muy por encima y ya han estado en la élite, así que son las favoritas para ascender, si no lo hacen sería un fracaso». De esa manera, «la presión va toda para el Dux Logroño».

Con la lección aprendida tras lo vivido en el primer duelo de semifinales, recalca que todas las opciones pasan por tratar de evitar despistes que den rienda suelta a la calidad que atesoran las visitantes. «Hay que intentar hacer todo lo posible para no cometer errores, para que esos pequeños detalles caigan de nuestro lado y que tengamos opciones de poder ganar la eliminatoria porque no nos vale el empate».

Ese es otro parámetro a tener en cuenta, que la bola extra está en manos de las logroñesas, con la ventaja en caso de empate tras la prórroga. Deberán extremar las precauciones las futbolistas de Ernesto Sánchez, ya que se enfrentan a un equipo con mucha pólvora, ya que es el ataque con mejores números de toda la categoría con 48 goles. Más allá de los fundamentos del juego, el técnico del bloque verdiblanco enfatiza en que «es el partido que va a tener más carga psicológica de toda la historia del Cacereño». Una prueba de fuego para un grupo que ya ha demostrado estar preparado para los mayores desafíos.

Y, por supuesto, no se olvida del ambiente, en el que se palpa una ilusión desbordante y que debe catapultarlas, «tenemos que conseguir entre todos, jugadoras y afición, que esto sea el infierno verde».