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REDACCIÓN
Martes, 24 de junio 2014, 11:18
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Francisco Javier Sanguino Magariño 'Javier Valdeoro' y Jesús Díez Larios 'Fini' fueron ayer los protagonistas del segundo encuentro de la quinta edición de 'Los Secretos del Toro de HOY' en Lo Nuestro. Valdeoro y Fini son dos de los máximos exponentes de la edad de oro del toreo de plata extremeño que, junto a ellos, tiene a figuras de la talla de Javier Ambel o Manuel Larios, entre otros.
Ambos subalternos se formaron en su día en la Escuela de Tauromaquia de Badajoz y forjaron su carrera como novilleros hasta que un día percibieron la tremenda dificultad que suponía llegar a ser matador de toros y de una u otra manera decidieron convertirse en subalternos.
El caso de Javier Valdeoro es especialmente singular, ya que cinco años después de haber decidido truncar su carrera como novillero, tener un trabajo solvente y haber formado una familia, el nacimiento de su hijo le hizo ver que no podía renunciar a su ilusión de sentirse torero de uno u otro modo. Su entrega en los entrenamientos, las amistades que había forjado durante su etapa como novillero y la confianza del maestro Antonio Ferrera han permitido que en tres años escasos se haya convertido en el gran profesional que es hoy en día.
Para Fini todo fue más rápido. A los dos o tres meses de haberse quitado de la cara del novillo y confesarse hastiado de todo lo que tuviera que ver con el mundo del toro, llegó hasta él la figura de Javier Solís, quien le convenció para que comenzara a entrenar y acompañarle en los festejos en los que él participaba. Poco después comenzó a acompañar al novillero José Garrido y la fulgurante carrera del que hoy es el número uno del escalafón novilleril, le ha llevado a convertirse en el destacado banderillero que es en la actualidad.
Banderillero de Ferrera
Cuestionado Javier Valdeoro sobre la particularidad que tiene ser banderillero de Antonio Ferrera, matador que ejecuta todas las tardes en primera persona el tercio de banderillas, el subalterno destacó que el trabajo es distinto que el de otros compañeros pero no por ello menos complicado y laborioso. Valdeoro afirmó que, aunque ellos no ponen banderillas, la tensión y colocación que deben tener cuando su matador coloca los garapullos es tanta, que les obliga a hacer un derroche físico y mental cada tarde.
Sin embargo, Fini, que sí tiene que banderillear cada tarde se muestra encantado del momento que está viviendo junto a su José Garrido y reconoce el privilegio que es ver evolucionar a un torero de su porte en cada festejo que mata. Jesús Díez destacó ayer la emoción con la que vivió la tarde del 1 de junio en La Maestranza, en la que Garrido consiguió abrir la Puerta del Príncipe, y la calificó como una de las mayores experiencias que nunca ha vivido en una plaza de toros. Preguntado sobre los rumores que planean sobre la inminente alternativa de Garrido, Fini considera que el novillero pacense está muy bien aconsejado por su apoderado, Raúl Gracia 'El Tato', y que sería muy raro verle tomar el doctorado antes de que acabe esta temporada.
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