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La soprano estadounidense de origen cubano Lisette Oropesa, en el Teatro Real de Madrid. javier del real
Lisette Oropesa, la antidiva que aprendió a decir no

Lisette Oropesa, la antidiva que aprendió a decir no

La soprano que protagonizó el primer bis en el Real, vuelve al coliseo para cantar en francés los hitos del bel canto italiano

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Viernes, 25 de marzo 2022, 16:03

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Está en la cima de la ópera, pero es una antidiva. Lisette Oropesa (Nueva Orleans, 38 años) está en las antípodas de lo que encarnaron María Callas o Montserrat Caballé. En aquel modelo trasnochado, la divas hacían que todo en una ópera girase en torno a ellas. Con Lissette Oropesa ocurre lo contrario. «Ella ilumina la producción en la que participa», se ufana Juan Matabosch, director artístico del Teatro Real al que la soprano regresa el próximo día 30 con un arriesgado y exigente concierto en al que cantará en francés a los maestros italianos del bel canto.

Confiesa Oropesa que ha necesitado «muchos años» para madurar «y aprender a decir no». Ahora lo dice a menudo, pero no deja de decir que sí al Teatro Real, dónde se consagró como la primera soprano en ofrecer un bis con 'La Traviata' y con el que tiene nuevas citas cuyos detalles no desvela. Entretanto, regresa al coliseo para un recital muy peculiar con los hitos de los maestros italianos del romanticismo cantados en francés.

«Me encuentro más cómoda cantando en francés que en italiano. En francés hay más vocales, más sonidos y más colores. En español tenemos siete vocales y en francés serían casi diecisiete. La paleta es mucho más rica; un sonido te puede llevar a otro. El texto en francés es, además, más poético que en italiano», asegura. «Y si es más rico, hace al personaje más completo», agrega risueña.

Abordará un programa que la soprano califica de «extremo». «No es nada fácil y, la verdad, es que quería ponerme a prueba», admite la cantante de origen cubano a cuyo talento se han rendido los los grandes teatros líricos del mundo y que acumula más de cien actuaciones en el Metropolitan Opera de Nueva York.

Cree Oropesa que entre sus virtudes están «la perseverancia» y «la búsqueda incesante de un perfección que nunca llega». «Siempre quiero mejorar, pero hay cosas que hacía antes y que ahora no puedo», reconoce. «Si hace años me sentía más cómoda en los agudos y con la coloratura rápida, ahora estoy más cómoda en la zona baja de mi voz», reconoce. Busca, con todo, mejorar la técnica sabiendo que «nunca es fácil». «Tu cuerpo cambia. Los sobreagudos cada vez son más difíciles y la voz es algo vivo. No es un instrumento que puedas meter en una en una caja y viajar con el en avión de acá para allá como una viola. Todo le afecta», dice.

Equlibrio

Ahora calibra Oropesa mucho mejor los papeles que acepta y los que rechaza. «De joven no sabía decir no, pero ahora digo que no cada día. Hay que llegar a cierto equilibrio para poder hacerlo. La madurez te enseña a decir no», insiste la soprano, que reconoce tener pendientes papeles como la Julieta de 'Romeo y Julieta', de Charles Gounod, y la Elvira de 'Los puritanos' de Vincnzo Bellini.

Divertir al espectador es otro de sus horizontes cada vez que sube al escenario. «Ya hay suficiente tristeza en este mundo, de modo que hay que reírse y hacer sonreír» dice Oropesa. «No soy una diva», insiste con una sonrisa franca y contagiosa. «Ya solo quedan dos o tres como las de antes», aclara. «Hace 25 años eran el modelo y hoy son una excepción», tercia Joan Matabosch.

Nada más salir del confinamiento y con el segundo verso del aria 'Addio del passato', en su papel de Mimí en 'La Traviata' de Verdi, protagonizó Oropesa el primer bis de una soprano en la historia reciente del Real, donde ya había triunfado con su interpretación de 'Lucía de Lammermoor' en 2018.

El próximo miércoles ofrece un concierto en el que, con dirección de Corrado Rovaris y acompañada por el coro y la orquesta titulares del Real, afronta un programa con fragmentos de las operas 'Guillermo Tell', 'El asedio de Corinto' y 'El Conde Ory', de Giacomo Rossini, y 'Los mártires', 'Lucía de Lammermoor', 'La favorita' y 'La hija del regimiento', de Gaetano Donizetti.

Todas las arias que ofrecerá en el concierto pertenecen a óperas compuestas originalmente en francés, a pesar de escritas por autores italianos. Compositores que tenían un estrecho vínculo con los escenarios parisinos y estrenaron sus óperas con gran éxito en la capital francesa. «Son óperas que precisan de cantantes hábiles, con registros agudos de legato limpio y extraordinaria agilidad, características que han encumbrado a la protagonista de este concierto de 'Voces en el Real'» dice Joan Matabosch.

Su magnetismo, su presencia escénica, unas insólitas dotes interpretativas y una simpatía irresistible han hecho de Oropesa la actriz fetiche de Calixto Bieito. La soprano suma a estas estás virtudes escénicas «una voz luminosa sustentada en una técnica perfecta lo que hace de ella no interprete ideal para las heroínas del bel canto», resume Matabosch.

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