La Virgen de la Montaña deja imágenes para la historia en la bajada por el Centenario
La talla de la patrona atravesó la calle de Camino Llano en una procesión extraordinaria por el primer siglo de su coronación canónica
«Cuantas más veces salga la Virgen mejor, los que tenemos devoción estamos encantados». Lucía Belloso, de 19 años, esperaba este jueves en el santuario ... de la patrona a que se iniciara un acto único. Bajo el sol de septiembre túnicas azules y blancas , medias caladas, pañuelos de cien colores y mucha expectación. A la emoción de siempre había que sumar el cosquilleo de las ocasiones únicas, como si fuera a pasar el cometa Halley.
El Cáceres más tradicional vivió una jornada para el recuerdo. La bajada extraordinaria desde el santuario de la imagen de la Virgen de la Montaña para conmemorar el primer centenario de su coronación canónica dejó un buen puñado de estampas inéditas y probablemente irrepetibles. Aún huele a verano y se sienten los últimos coletazos de un tiempo estival que en Extremadura no se da por terminado hasta que no pasa el 8 de septiembre, el día de la comunidad, pero el público se movilizó para arropar a la patrona en este acto que no se producirá hasta dentro de un siglo, cuando la mayoría de los que lo presenciaron ayer ya no estén para contarlo.
Antes de iniciar el peregrinaje urbano los cofrades escuchaban instrucciones por grupos y se colocaban las túnicas, planchadas con primor. Se extendía un ligero aroma a suavizante y el aire movía las telas.
Con puntualidad exquisita el paso salió del santuario minutos antes de las siete luciendo el manto de campuza que le donó en el mes de julio el grupo de folclore el Redoble, un indudable guiño a la tradición. Cuatro grupos de hermanos de carga se fueron distribuyendo el transporte de la imagen de la Virgen en su largo recorrido, que terminó en la concatedral. Cada grupo se constituye por 30 personas. En esta ocasión los aspirantes a hermanos de carga también han portado la imagen de la patrona de Cáceres en este recorrido especial, un trayecto cargado de tipismo.
Hacia las 20.35 horas la comitiva llegaba a Fuente Concejo, en donde se encontró, como es tradicional, con las autoridades civiles y religiosas. La presidenta de la Junta, María Guardiola asistió a este acto conmemorativo junto al alcalde Rafael Mateos, la presidenta de la Asamblea, Blanca Martín y la presidenta del TSJEx, María Félix Tena, entre otros. El obispo de Coria-Cáceres, Jesús Pulido, presenció el momento en el que el alcalde le entrega el bastón de mando de la ciudad. Durante 40 días la imagen de la Virgen de la Montaña ostenta simbólicamente el poder de Cáceres. Un ramo de flores blancas y el himno de España completaron esta etapa. En este momento se incorporaron los cinco caballos de escolta de la Guardia Civil. Hasta este punto todo siguió el guion habitual de las bajadas ordinarias, pero a partir de ahí empezaron las novedades.
La comitiva continuó hasta la Plaza de San Francisco, llena de público, y se dirigió a Camino Llano, una de las vías emblemáticas del cacereñismo.
Si la ciudad se engalanó para recibir a la patrona en Camino Llano este mimo se notaba especialmente, con muchos pañuelos y manteles bordados colgando de las ventanas. Todavía quedaba un rato para que la imagen llegara a la Plaza Marrón pero esta estaba ya llena, con muchos balcones engalanados y personas que esperaban con impaciencia poder contemplar y retratar ese momento único. Al inicio de Camino Llano estaban Antonia Polo y Diana Delgado, madre e hija. «A nosotras nos encanta, llevamos tres cuartos de hora esperando y nos hace muchísima ilusión ver a la Virgen de la Montaña, es muy bonito y la gente se ha volcado, es nuestra Virgen».
«Llevo toda la vida en la cofradía, cuantas más veces salga la Virgen, mejor»
Lucía Belloso
Cofrade
«Me encanta el ambiente, la gente se ha volcado y es normal, es nuestra Virgen»
Diana Delgado
Espectadora
Por las ventanas de Camino Llano podían verse flores de papel confeccionadas a mano en los talleres de 'Cáceres florece', una iniciativa participativa promovida por el Ayuntamiento. Se había elaborado también con estas flores un tapiz de tres por tres metros que acompaña a la imagen en su recorrido por los barrios.
Hacia las diez de la noche la procesión continuaba todavía su trayecto por Camino Llano, en las proximidades del Museo Helga de Alvear. A lo largo de todo el recorrido, pero con gran abundancia en esta calle, se sucedieron las intervenciones musicales de formaciones folclóricas. Hubo varias petaladas a lo largo del proyecto, una de ellas en el inicio de la calle Clavellina.
El trayecto continúo por San Pedro para hacer parada en San Juan. Allí se llevó a cabo la entrega por parte de la Cofradía de los Ramos de un manto en tonos rojos donado por esta hermandad, que hace el número 194 y actuó la tuna.
El olor a romero emanaba del tramo que se encuentra entre la calle San Pedro y la propia plaza, ya que allí se había esparcido esta planta aromática habitual en este tipo de procesiones religiosas.
La Virgen se dirigió a la Plaza Mayor. En los soportales del Ayuntamiento se había dispuesto un pequeño altar con flores, grandes maceteros y pétalos. Desde la balconada municipal Tamara Alegre, Ana Peromingo y Juan Carlos Martos interpretaron el himno a la patrona junto a la Banda de la Diputación. La imagen fue trasladada después a la concatedral, en donde ha pasado la noche.
Historia
Hace cuatro siglos que la Virgen de la Montaña está ligada a la ciudad. Fue el eremita Francisco Paniagua y el clérigo Sancho de Figuero los que promovieron el culto a esta imagen, una devoción que fue creciendo a partir de la construcción de la ermita en la sierra de la Mosca. La coronación canónica se instituyó en el siglo XVII e incorporado en el siglo XIX a la liturgia romana para resaltar la devoción por una advocación mariana. Consiste en la imposición de una corona a la imagen escogida, un proceso para el que hay que demostrar que hay un culto multisecular.
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