El TSJ autoriza la resolución del contrato de la empresa de la segunda fase de la muralla de Cáceres

Fue en noviembre de 2023 cuando la empresa llevó al Ayuntamiento de Cáceres a los tribunales. Según explicaron en ese momento el motivo fue que la obra llevaba más de ocho meses parada y no habían sido pagado por lo que habían ejecutado en ese momento.

Los problemas con la segunda fase de la muralla se remontan a septiembre de 2022, cuando, antes de empezar la obra el Ministerio de Transportes comunicó al Ayuntamiento que le había retirado los 844.624 euros con los que iba a financiar la mayor parte de la rehabilitación por haber realizado una modificación sustancial del proyecto inicial. La constructora indicó que pese a todo se disponía a iniciar las obras en ese mismo mes de septiembre, pero no lo pudo hacer porque no se había contratado el seguimiento arqueológico. En el verano de 2023 un Rafael Mateos recién llegado a la alcaldía de Cáceres firmó una resolución por la que se autorizaba el levantamiento de la suspensión de las obras y se ordenaba su reanudación, pero dos meses después se hizo público que Cabero Edificaciones había renunciado al contrato. Fue a finales de año cuando trascendió que Cabero había interpuesto un recurso contra el Ayuntamiento para reclamar ante la justicia la resolución del contrato. El juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 1 de Cáceres admitió el recurso de la empresa.

La muralla de Cáceres es una de las joyas de la corona del legado cultural cacereño y uno de los motivos por los que la ciudad es Patrimonio de la Humanidad. La primera fase de restauración abarcó el Olivar de la Judería, el Baluarte de los Pozos, San Roque y el Arco del Cristo. Se arrancó en este lienzo porque era el que necesitaba intervención, con situaciones extremas como la del Baluarte de los Pozos, que contaba con una grieta de 13 metros que amenazaba con colapsar la torre.