Rozalén: «El concierto de Cáceres va a ser un fiestón, soy muy divertida»
Presenta este viernes en la Plaza de Toros de la capital cacereña su gira 'El Abrazo' y su actuación devuelve la música en directo al recinto
María de los Ángeles Rozalén (Letur, Albacete, 1986), más conocida como Rozalén, hace parada este viernes en Cáceres dentro de la recta final ... de su gira 'El Abrazo'. El concierto comenzará a las 22.30 horas en la Plaza de Toros. Con esta actuación la Era de los Mártires recupera su uso cultural más allá del puramente taurino. Hay que recordar que el coso cacereño clausuró su agenda tras los festejos programados en 2019. Desde entonces, y hasta el año pasado, sus puertas permanecieron cerradas. Reabrieron en 2024 para acoger los toros programados para la Feria de San Fernando. Ahora la música en directo vuelve a este espacio. Se han puesto a la venta 3.000 entradas (cuestan 38,50 euros en venta anticipada y 45 en taquilla). Rozalén está considerada una de las principales voces de la nueva canción de autor. Las puertas del recinto abren a las 21.00 horas.
–Este viernes se reencuentra con el público de Cáceres...
–Hace muchos años que no íbamos a dar un concierto a Cáceres como tal. Yo he estado yendo pues a un recital de poesía, voy a vuestros pueblos, hago muchas cosillas... Pero a dar un concierto creo que no vamos desde antes de la pandemia.
–Su actuación marca una nueva etapa en la Plaza de Toros de Cáceres, que vuelve a abrir para acoger conciertos. ¿Qué le parece inaugurar este capítulo?
–Hombre, es simbólico eso. A mí me gusta mucho cantar en las plazas de toros porque es que el lugar es como muy hermoso, es como si fuera un anfiteatro. Me parece muy importante que se escuche música en lugares así. Es usarlo para algo muy hermoso. En la guerra civil muchas plazas de toros fueron campos de trabajo y de concentración. Fíjate lo que pasó en la de Badajoz. O sea, que han sido lugares donde ha habido también mucho horror y mucho dolor. Entonces, cantar en lugares así para mí es especial.
«Cada vez me quiero apartar más y quiero irme más al pueblo; el futuro es eso. Y cada vez estoy más pendiente de mi huerta, de imitar lo que hacía mi abuela, de hacer mermeladas...»
«Desde el primer disco no me decía tanta gente que se siente identificada con mis canciones»
–¿Qué se va a encontrar la gente que vaya a verla?
–Este disco nos está dando tantas alegrías porque habla de emociones universales. A mí desde el primer disco no me decía tanta gente que se siente identificada con mis canciones. Es como volver a abrazar lo simple, pero que es lo verdaderamente importante. Tenía ganas de dar caricias, de decir te quiero y de abrazar los duelos, que también es una manera de amar. En estos conciertos se está viendo mucha lágrima, pero luego es un fiestón, un fiestonazo que flipas. No paramos de hablar de todo lo que nos separa y es tantísimo todo lo que nos une... Sobre todo cuando uno habla de emociones así tan universales y que todos vivimos.
–Puede ser una gran noche de verano...
–Claro, como hacíamos antes en los pueblos. Hay que salir al 'fresquico' para cantarnos la vida. Entonces es una pasada que nos podamos juntar ahí tanta gente, cantar, emocionarnos y bailar. Es salud cantar y bailar y se está perdiendo. Hay que volver a salir al fresco por la noche, hay que volver a contarnos las cosas, hay que cantar y hay que bailar aunque se haga regular porque el ser humano es eso, siempre lo ha sido. Hay que volver un poco a la vida real.
–No sé si conoce a Sanguijuelas del Guadiana. Este grupo extremeño, que acaba de lanzar su primer disco, reivindica el orgullo de pueblo y abraza el imaginario de lo rural. ¿Usted que también es de pueblo cree que es necesario irse a una gran ciudad para triunfar?
–En mi pueblo hacemos el Leturalma Festival contra la despoblación rural. Estoy totalmente en ese equipo, cada vez más. Cada vez me quiero apartar más, quiero irme más al pueblo. Y cada vez estoy más pendiente de mi huerta, de imitar lo que hacía mi abuela, de hacer mermeladas, de cuidar al animal desde otro punto... Creo que además el futuro está en eso. El futuro está en volver cada vez más al pueblo y a las costumbres de mis mayores. Yo salí del pueblo y me fui a Murcia. Y después me vine a Madrid. Ahora vivo en un pueblo desde hace un montón de años, en Valdemorillo. Pero mis dos ó tres años que pasé en Madrid fueron brutales y, por supuesto, que era una etapa que si no me hubiera ido ahí, quizá todo hubiera ido más lento. Aquí fue donde conocí a mucha gente de Cataluña, de Extremadura, de Andalucía. Y veníamos con un mismo sentimiento. Sería también falso si no dijera lo mucho que me ha regalado Madrid. Pero de verdad que creo en la calidad de vida que se tiene en el campo y en los pueblos. Pero para eso hay que reivindicar que se pueden hacer las cosas desde el ámbito rural y que no hace falta ir a la urbe para que te pasen cosas. En mi caso, pues claro, yo me fui y no sé si a lo mejor quedándome en Albacete o en Letur hubiera pasado algo, sinceramente. Hay que reivindicar la vida de los pueblos, pero que haya servicios a todos los niveles y facilidades para que la gente pueda quedarse ahí. En mi pueblo siempre está temblando el cole.
–¿Qué le diría a sus seguidores extremeños?
–Que mis conciertos son una pasada, que hay un momento muy emocional, pero que es un fiestón también, porque soy consciente de que hay que celebrar la vida y soy muy divertida, aunque también soy tan llorona... A la gente de Cáceres, de Extremadura, tengo que darles muchas gracias por todo lo que me aportan. Tengo mucha gente ahí a la que quiero mucho.
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