Podan ramas en las zonas verdes de Cáceres ante el riesgo de más caídas por estrés térmico
Las olas de calor prolongadas incrementan los casos de árboles que padecen un fenómeno que puede entrañar peligro
Varias ramas de gran tamaño de un olmo del jardín del Paseo de Cánovas se desprendieron el pasado viernes de manera súbita y golpearon a un hombre ... , sin consecuencias graves. No hacía viento ni otros fenómenos adversos y tampoco se produjo ningún acto vandálico. El motivo fue el denominado como 'Summer Branch Drop (SBD)', que se traduce como 'caída de ramas de verano' y que está provocado por el estrés térmico en los árboles en la época de verano cuando se producen temperaturas excesivamente altas unidas a baja humedad ambiental, tal y como explica Patricia Chulvi, jefa de servicio de parques y jardines de la empresa concesionaria Talher.
Esta situación, que puede entrañar peligro sobre las personas, ha obligado a llevar a cabo la poda de ramas en una decena de árboles de Cánovas de las especies olmos y robinias, que, junto a sophoras y melias, son las especies más afectadas.
También se está actuando en algunos olmos y chopos del Parque del Príncipe. A su vez, en distintos barrios se están podando ramas secas detectadas en especies como el plátano de sombra y olmos. Talher recuerda, que además de la campaña anual de poda que se lleva a cabo de noviembre a marzo, en verano se acomete un plan de revisiones puntuales de especies más sensibles a temperaturas extremas y en zonas de alta diana.
El cambio climático también deja su huella en las especies que habitan en las ciudades y en los últimos años «el aumento de temperaturas y las olas de calor de larga duración están incrementando las caídas de las ramas en verano». El aumento de la transpiración y la pérdida excesiva de agua, el daño celular en hojas y tejidos y la reducción en la fotosíntesis debido al cierre de las estomas (una apertura microscópica en la epidermis de la planta) están detrás del desprendimiento de partes de los árboles maduros. Se trata, en la mayor parte de los casos, de ramas sin signos externos aparentes, por lo que es «difícil de prever», indican desde Talher.
Para evitar que se produzca el SBD se lleva a cabo la plantación de especies que sean menos sensibles al estrés térmico. También se instalan cubiertas de mulch en los alcorques. Se trata de capas de material orgánico (como paja, hojas, astillas de madera o compost) o inorgánico (como grava) que se extienden sobre la superficie del suelo para protegerlo y mejorar el crecimiento de las plantas. A su vez se aumenta el número riegos en los árboles jóvenes.
Para control de caídas de ramas se llevan a cabo inspecciones periódicas y las citadas revisiones de verano en especies sensibles y zonas de alta diana, aunque «el riesgo cero no existe puesto que se trata de seres vivos»-
50.000 árboles
Según los datos que aporta Talher, Cáceres cuenta con unos 50.000 árboles, lo que supone una media de un árbol por cada dos habitantes, situándose por encima de la recomendaciones de la Organización de la Salud (OMS) de un árbol por cada tres habitantes, por lo que el Ayuntamiento de Cáceres brinda «protección y cuidado» a través de un inventario que asocia su ubicación con una ficha individual donde se registran todos los datos generales, inspecciones y operaciones que se realizan sobre cada árbol. A través de un plan de gestión de riesgo del arbolado se realiza un seguimiento específico y actuaciones en los ejemplares de riesgo. El Ayuntamiento de Cáceres cuenta asimismo con un plan de tratamientos fitosanitarios para control de plagas, principalmente procesionaria, picudo rojo, pulgón y galeruca.
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