Panetone, la perra que vagó un año tras morir su amo
Adopción ·
Una joven cacereña acoge como mascota al animal, que malvivió en un pueblo en soledad sin atenciónSe llamó Bárbara durante un día, así la nombró la persona que la encontró, por su capacidad de resistencia. Ahora se llama Panetone, como el ... esponjoso dulce navideño de origen italiano que ya es un clásico también de las Pascuas españolas. Su historia, que parece un cuento de Navidad con final feliz es la de muchos perros que quedan desamparados al fallecer sus dueños. En Japón el perro Hachiko, al que hicieron una estatua, estuvo durante diez años regresando a la estación de Shibuya de Tokio para esperar a su dueño, que falleció súbitamente de un derrame cerebral. En vida iba a recogerle allí a diario y siguió haciéndolo.
Panetone llevaba un año sin su amo en la localidad cacereña en la que vivía con él. «Pequeña, viejita, dócil, cariñosa». Así describía el mensaje que se colgó en las redes sociales hace unas semanas y con el que se pretendía encontrar una familia de adopción. Lo cuenta Marga Sánchez, que prefiere no dar el nombre del pueblo en el que se la encontró para evitar problemas, ya que allí ningún vecino quiso hacerse cargo de la misma, a pesar de verla un día tras otro sin un lugar fijo en el que estar. «Estaba desayunando en un bar, se acercó medio hambrienta, le dimos trocitos de tostada, pero tenía un hambre descomunal y le terminamos dando toda la tostada». Consultaron a los vecinos de la localidad y les explicaron el caso, que su dueño había fallecido y que la perra se había quedado sola.
Esta, la del desamparo, es la parte triste de la historia, pero hay otra positiva. Se comparte en redes la necesidad de que esta perra sea adoptada, una publicación que de pronto se empieza a ser compartida cientos de veces. También lo hace el Refugio San Jorge de Cáceres.«Toca la fibra sensible porque es viejita, por estar huérfana y abandonada después de haber tenido un hogar», detalla Marga.
Hay evidencia científica de que los animales de compañía pasan por un proceso que puede considerarse un luto en toda regla. Desde el punto de vista legal desde que entró en vigor la ley de bienestar animal los perros no se consideran objetos, por lo cual no se pueden dejar en herencia, pero sí decidir las personas que tienen que hacerse cargo.
Papel del refugio
Laura Varaldi, la gestora del refugio municipal San Jorge, pone el acento en el papel de que hizo este recinto, vital para dar acogida a animales desamparados. Aunque el área de este recurso es la ciudad, accedieron a brindar sus servicios y a operar a la perra, una intervención cuyo coste ronda unos 400 euros aproximadamente. Varaldi hace un nuevo llamamiento por la deuda que tiene el refugio, que asciende a 60.000 euros.
La perra estrena y se adapta a una nueva vida en Cáceres en compañía de una gata
Se interesó mucha gente, pero sobre todo para darle una acogida temporal, costaba encontrar alguien que decidiera adoptar, pero finalmente apareció. Se llama Remedios Villar.
Esta joven treintañera trabaja como auxiliar de veterinaria en la peluquería de mascotas Perrunillas y Gatunillas. Explica que hace unos años cambió de trabajo y pasó del sector del comercio al de los animales, un mundo que le apasiona. Dueña de una gata, estaba esperando la oportunidad de poder adoptar un perro, pero quería que fuera uno vulnerable o mayor, como es el caso de Panetone.
Ya han pasado los primeros días juntas. «Se está adaptando, pero es una perra buena, tiene que coger confianza», señala Reme, contenta de poderle dar un hogar a esta perra de 10 años que pasó por la experiencia del abandono pero que ahora, en Navidad, podrá empezar una nueva vida en Cáceres.
El abandono de perros y mascotas sigue siendo muy habitual. En las redes del Refugio San Jorge se muestra todos los animales que sufren situación de desamparo, algunos de los cuales son adoptados y devueltos. Recuerdan, nuevamente, que los animales no son objetos y que no es recomendable regalarlos si no hay un férreo compromiso para cuidarlos y protegerlos durante toda la vida.
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