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Demetrio Rubio fue el primer paciente hospitalizado en el Universitario de Cáceres. :: jorge rey

El Universitario de Cáceres completa el traslado de pacientes y echan a andar las Urgencias

Al menos hasta el mes de septiembre, fecha estimada de cierre del hospital de la Montaña, convivirán en uso los tres centros hospitalarios

Cristina Núñez

Cáceres

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Martes, 28 de mayo 2019

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Tras catorce días ingresado en el San Pedro de Alcántara, Demetrio Rubio inauguró ayer una de las 222 plazas hospitalarias del Universitario de Cáceres, que ayer procedió al ingreso de sus primeros 53 pacientes, trasladados desde los otros dos hospitales públicos de la ciudad. Después de una peritonitis aguda y su correspondiente operación llegó a las nueve y veinte de la mañana a una impoluta habitación con campestres vistas.

Su recibimiento estuvo cargado de cuidados y expectación, con refuerzo de sanitarios que velaron por que el cambio de hospital no tuviera ninguna repercusión negativa. Demetrio aseguraba que el proceso de cambio había ido «bien, sin problemas, no tenemos quejas porque nos informaron el día anterior». Al haber superado su afección y ya cerca de su alta, reconocía que el cambio no fue un contratiempo, que tenía «curiosidad» por conocer las instalaciones. El Universitario cuenta con 180 de sus 222 plazas en habitaciones individuales con sitio para poner otra cama en caso de emergencia. Solo 20 son dobles.

En total fueron 53 los pacientes que quedaron ingresados en el nuevo centro, un traslado para el que se utilizaron 10 ambulancias sencillas y tres colectivas, con espacio para un acompañante. Aunque en un primer momento se preveía que este traslado llevara todo el día, finalmente pudo quedar completado hacia las dos de la tarde. Marce Gil es la coordinadora de Urgencias y explicaba, entre paciente y paciente recepcionado, que todos se habían volcado en garantizar la mejor llegada de los enfermos. «Son todos pacientes quirúrgicos, que han sido operados o van a ser operados en los próximos días». Por ahora, según informa el SES, las únicas intervenciones que van a llevarse a cabo esta semana van a ser las de urgencia o de tipo ambulatorio. La semana que viene ya empezarán las operaciones de mayor magnitud en 17 quirófanos. El gerente del SES, Ceciliano Franco, y el del área de Salud de Cáceres, Francisco Calvo, supervisaron estas tareas y se mostraron satisfechos por su celeridad.

Los ocupantes del nuevo hospital son de las especialidades quirúrgicas de urología, otorrinolaringología, neurocirugía, cirugía vascular, traumatología, digestivo y cirugía general. Hasta al menos el mes de septiembre continuarán en uso los tres hospitales, según Franco, que señala que el objetivo es cerrar el hospital Virgen de la Montaña ese mes. El SES no descarta que pacientes hospitalizados tengan que desplazarse para hacerse pruebas concretas hasta que el nuevo centro esté dotado por completo.

El mimo en las primeras hospitalizaciones hizo que el servicio de Urgencias se abriera oficialmente a partir de las 15,00 horas, aunque se atendió y valoró a algunos usuarios por la mañana. A las cinco de la tarde de ayer en la sala de espera de Urgencias había ya alrededor de una docena de personas y se había procedido al ingreso de tres nuevos pacientes.

Sentado y a la espera de ser atendido se encontraba Francisco José Ruiz, al que derivaron del centro de salud de su pueblo, Madrigalejo. «No sabía que iba a estrenar las Urgencias, me he enterado cuando he llegado». Sobre la atención que estaba recibiendo sobre un problema de índole oftalmológica estimaba que se notaba que era el primer día, pero que en general, «bien». Además de los pacientes, varios profesionales se estrenaron también en un entorno que todavía huele a nuevo más que a hospital.

Adaptación

Olga Bravo es enfermera y ayer desarrollaba su primera jornada en el Universitario. «Estamos muy ilusionados, las instalaciones están muy bien», expresaba sin dejarse en el tintero algunas aportaciones más críticas. «El traslado ha sido algo apresurado», apuntaba desde la segunda planta. Reconoce que se le hace todo grande en su nuevo lugar de trabajo. «El vestuario lo tenemos a un kilómetro y algo, está lejos, porque es general, no hay vestuarios en cada unidad, nos tendremos que buscar atajos». Supone también una adaptación el hecho de que ahora necesite transporte. «Yo vivo en el centro e iba andando al San Pedro». Un asunto pendiente es la creación de la cafetería, ya adjudicada a la misma empresa que gestiona la del San Pedro. Ayer se ofrecieron bocadillos gratis a los acompañantes de las personas ingresadas.

Germán Simón es el supervisor del laboratorio, que también se ha puesto en marcha junto a otros servicios como UCI o Radiología. «Hay un poco de todo, todas las determinaciones que puede pedir de urgencia un facultativo en una unidad». Muestra también el banco de sangre, un servicio básico para la hospitalización ya dotado bolsas de todos los grupos sanguíneos.

El personal de limpieza también se va adaptando al entorno. Bienvenida Talavera lleva desde el 21 de enero en el Universitario. «Desde el principio hemos estado al pie del cañón, esta nueva etapa no cambia mucho mi trabajo, no lo estoy viendo caótico». Dice que la queja que más oye de los usuarios es que está «muy perdido y muy lejos».

Ayer los taxistas ya percibían mucho mayor trasiego hacia el nuevo recinto sanitario. «Ya sí parece un hospital», apuntaba uno de ellos. La carrera desde el centro ronda los ocho euros. La línea 3 de autobús, que pasa por el Campus, tiene una frecuencia de 20 minutos por la mañana y 25 por la tarde.

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