«Necesitamos un asistente personal para que nuestras vidas puedan ser libres»
Rosario Sánchez es una de las participantes en un programa de Cocemfe Cáceres que ha formado a 10 personas para ayudar a discapacitados físicos a vivir independientes
Rosario Sánchez (Chari, como le gusta que le llamen) tiene una discapacidad neuromuscular de nacimiento del 90%. Su movilidad está limitada pero eso no le ... impide sentirse una mujer realizada «cien por cien». No tanto profesionalmente, que aún le queda un deseo por cumplir –«me gustaría dirigir la oficina de vida independiente de Cocemfe»–, como en su parcela emocional. Ha tenido varias parejas, un hijo, se ha independizado y actualmente comparte su vida con un joven de Costa de Marfil, Moussa Fanny, quien, junto a su asistente personal, Ernesto Ríos, es sus manos y sus pies.
Nacida en Malpartida de Plasencia (Cáceres), esta alegre mujer de 40 años creció sin el amor de la familia. Sus padres la internaron con cinco años en el Cottolengo de Las Hurdes, de donde salió con 18. «No tenían su mente abierta a la discapacidad –les disculpa–. Para ellos era más bien un error que una virtud».
El nacimiento de su único hijo, fruto de una relación anterior a la que mantiene con Moussa desde hace dos años, la trajo a Cáceres hace casi once. Se lo propuso el servicio de menores de la Junta de Extremadura para encargarse del niño, quien actualmente vive con una familia de acogida en Badajoz. «Mi único requisito fue ver a mi hijo y mantener el contacto con él. Que alguien lo cuide y siempre sea yo su madre», reivindica Chari, que es la única mujer en la región que con una discapacidad como la suya ha sido madre.
Chari ingresó tras dar a luz en el centro de Cocemfe Cáceres, donde le han ayudado a formarse y a adquirir la autonomía de la que hoy goza, culminando su propio proyecto de vida independiente que le hace sumamente feliz. «Venía con muchos tabúes del Cottolengo –reconoce– pero entrar en Cocemfe es lo mejor que he hecho en mi vida, yo creo».
Se formó como técnico superior de integración social en el instituto Al-Qázeres y ha trabajado coordinando el servicio de ayuda a domicilio del Ayuntamiento. En la actualidad es teleoperadora de la empresa Fitex. Trabaja desde casa y se encarga de resolver incidencias de Correos Express.
Navidades
«Ahora en Navidades es un coñazo porque hay muchas reclamaciones. Atendemos a clientes de Amazon, a particulares, repartidores... Me llaman preguntando '¿por qué mi paquete no ha llegado?'. Estoy todo el día escuchando a gente quejarse. Es un rollo», dice entre risas. «No es el trabajo de mi vida –admite–. Soy integradora social vocacional. Mi objetivo a corto plazo es poder llevar la oficina de vida independiente de Cocemfe. Me he formado para eso y tengo experiencia, tanto propia como profesional».
Para alcanzar el nivel de independencia con el que vive en su piso de alquiler, además del apoyo máximo que le brinda su pareja, a cargo de las tareas doméstica y su cuidado personal, (y con quien se divierte grabando animados videos musicales que suben a la red social 'Tik-Tok'), Chari tira de Ernesto. «Cuando Muoussa tiene que hacer algo, lo suplo con Ernesto. Por eso necesitamos el asistente, para que nuestras vidas sean libres y no tengamos que depender de nuestra madre, hermanos o familia».
Este integrador social de 36 años (se conocieron en el Al-Qázeres), es uno de los diez asistentes personales que se han formado con Cocemfe para ayudar a 16 personas con discapacidad física y orgánica a desenvolverse de forma autónoma. Es un perfil que no requiere una titulación, aunque se valoran conocimientos sanitarios y experiencia con personas con discapacidad. «Se recomienda que el asistente no sea un familiar porque hay que diferenciar entre la vida personal y laboral. Debe ser alguien flexible, con una capacidad de adaptación, un mínimo de empatía y que cumpla unos requisitos, porque se pasan muchas horas con la persona», apunta Ernesto.
Mientras que la prestación de ayuda a domicilio la determinan los trabajadores sociales tras evaluar las necesidades del demandante, el asistente personal cumple los encargos concretos que éste le encomienda. Básicamente, Ernesto asiste a Chari en temas de papeleo, como tramitación de subvenciones, ayudas al alquiler o la solicitud que ha cursado para optar a una vivienda pública de protección oficial.
Más tiempo con su hijo
A la administración le ha demandado que flexibilice las visitas de su hijo para pasar más tiempo con él y trasladar el punto de encuentro, ahora en Cocemfe, a su domicilio en la avenida de Alemania, donde reside hace más de un año. «A mi hijo la discapacidad no le resulta nada extraño, al revés, está súper orgulloso, presume mucho de mí, le encanta que su madre lleve una moto», confiesa Chari, que ve a Mario tres horas al mes, a lo que agrega: «Para ir al cine con él, tengo que pedirlo un mes antes».
Un recurso poco conocido que precisa dotación económica
La figura de asistente personal está contemplada en la Ley de Dependencia extremeña pero es poco conocida. Es un recurso diferente a la ayuda a domicilio. Cocemfe confía en un concierto con la administración regional para apoyar económicamente su oficina de vida independiente. La Junta reconoce que no existen fondos específicos para esta prestación, al estar incluida en los destinados a dependencia. No obstante, indica que se está tratando de regular en el Consejo Interterritorial de Atención a la Dependencia para definir una prestación en igualdad de condiciones y criterios en todas las comunidades.
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