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Foto publicada en ABC, en 1924, con gran parte de los 22 héroes cacereños. :: S. E.

Los héroes pobres de Cáceres

Sergio Lorenzo

Cáceres

Domingo, 25 de febrero 2018

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«Nadie se muere del todo mientras alguien le recuerde», dice Miguel Ángel Rodríguez Plaza. Por ese motivo este comandante de Sanidad Militar, nacido en 1950 en Oliva de Plasencia, ha escrito ‘22 héroes cacereños. Kobba-Darsa 1924’. Publicado por la Diputación de Cáceres, es un libro que recuerda a 22 cacereños que hace menos de un siglo fueron aclamados como héroes.

Era gente sencilla, de familias muy humildes, que se enfrentaron cara a cara con la muerte, con la terrible guerra a miles de kilómetros de su pueblo, del que no habían salido en su vida, por la sencilla razón de que sus padres no tenían 6.000 reales para librarles de hacer los tres años de ‘mili’.

Eran pobres y por eso en 1924 hicieron el servicio militar obligatorio en África, en la Guerra del Rif en donde murieron muchos españoles desde 1911 a 1927.

A estos héroes les tocó formar parte del Regimiento de Infantería Serrallo nº 69, ubicado en Ceuta, y debieron tener mucho miedo, porque hacía tres años del desastre del Monte Arruit, en donde murieron 3.000 españoles, la mayoría asesinados tras rendirse. Sólo escaparon con vida 60.

A estos cacereños les tocó, en el verano de 1924, defender la colina de Kobba-Darsa, al sur de Tetuán. Allí sufrieron un duro asedio durante una semana. Lo curioso es que el puesto estaba defendido por 39 soldados, de los que 22 eran cacereños. Allí aguantaron con 200 litros de agua, garbanzos, arroz, judías y café, 35.000 cartuchos de fusil y 80 granadas de mano. Los ataques eran continuos y no pudieron guisar al tener poca agua, alimentándose de galletas y aceite, teniendo para beber 125 mililitros de agua al día cada uno. Aviones españoles les arrojaron barras de hielo y botes de leche condensada, pero sólo les llegó una barra de hielo.

Arriba, herido en el frente de Marruecos en 1921. Abajao a la izquierda, Miguel Ángel Rodríguez; y a la derecha, Lorenzo Jiménez Díaz Casariego/HOY/S.E.
Imagen principal - Arriba, herido en el frente de Marruecos en 1921. Abajao a la izquierda, Miguel Ángel Rodríguez; y a la derecha, Lorenzo Jiménez
Imagen secundaria 1 - Arriba, herido en el frente de Marruecos en 1921. Abajao a la izquierda, Miguel Ángel Rodríguez; y a la derecha, Lorenzo Jiménez
Imagen secundaria 2 - Arriba, herido en el frente de Marruecos en 1921. Abajao a la izquierda, Miguel Ángel Rodríguez; y a la derecha, Lorenzo Jiménez

Aguantaron como valientes, hasta que lograron entrar para ayudarles legionarios y soldados de la Mehal-la (unidades formadas por tropas marroquíes al mando de oficiales españoles). Los sitiados recordaron que cuando no aguantaban más, a las dos de la calurosa tarde del 6 de julio de 1924, vieron entrar a un legionario gritando «¡Viva España!». Llevaba en alto una cantimplora con agua y una botella de coñac. Los salvadores se encontraron con 19 soldados heridos; también su jefe, el teniente Augusto Gil.

Todos los héroes de Kobba-Darsa recibieron la medalla militar. El 15 de julio se celebró un banquete en su honor en Ceuta, entregando el Ayuntamiento 50 pesetas a cada soldado. Partieron a la Península con un mes de permiso. En Cáceres se homenajeó a 12 de los 22. La empresa Hijos de Mirat puso sus coches a su disposición, el dueño del restaurante La Sultana les invitó a comer, y sabiendo lo faltos que estaban de dinero, el Ayuntamiento entregó a cada uno 15 pesetas, y la Diputación 25. Las damas de la Cruz Roja también les dieron dinero y puros.

Miguel Ángel Rodríguez realiza una gran labor de investigación, siguiendo la pista de los héroes.

Los 22 héroes

Todos nacieron entre 1900 y 1902, y son:

Juan Pedro Giménez Méndez, de Arroyomolinos. Durante 40 años fue portero de la Audiencia Territorial en Cáceres (ahora Tribunal Superior de Justicia de Extremadura. Murió en 1987.

Imagen. Juan Pedro Giménez. ::

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Imagen. Juan Pedro Giménez. :: S.E.

Lorenzo Jiménez Felipe, de Madrigalejo. Trabajó en el campo. Murió en 1990.

Juan Sojo Carranza, de Madrigalejo. Hortelano, murió en 1963.

Francisco Saturnino Ceballos Ruedas, de Plasenzuela. Trabajó en el campo. Murió en 1982.

Vicente Bonilla Silveira, de Alía. Murió 9 meses después de su heroicidad. Formaba parte del servicio de orden de su regimiento en Ceuta, cuando al ir a detener a un soldado borracho, éste le mató de un disparo en la cabeza.

Juan Pérez Lozano, de Zorita. Fue guarda en una finca de Campillo de Llerena, en donde le fusiló en 1936 el bando republicano.

Juan Baldomero Hoyas Ávila, de Madroñera. No sabía leer ni escribir. Leñador, vivía en un chozo cerca de Castañar de Ibor. Falangistas le mataron en 1936 al tirarle al río Tajo desde el puente de Almaraz. Se agarró al pretil, y con un machete le hicieron cortes en las manos hasta que cayó.

Sebastián Joaquín Marcelo González, de Botija, cartero en Zarza de Montánchez y Robledillo de Trujillo, murió en 1961.

Manuel Cruz Cadenas, de Torremocha. Jornalero, no sabía leer ni escribir.

Pedro Clemente Palomino García, de Zarza de Montánchez. Labrador.

Remigio Suero Solano, de Huertas de Ánimas. Fue policía local en Trujillo. Murió en 1968.

Rufino Marín Durán, de Hinojal. Murió en 1941.

Nemesio Borrallo Nieto. De Escurial. Murió en 1974.

Luis Doroteo Jiménez Gómez, de Huertas de Ánimas. Jornalero. Murió en 1970.

Rafael González Burgueño, de Garrovillas de Alconétar. Murió en 1979.

Pedro Martín Barrado, de Villamesías.

Juan Loro Maeso, de Zorita. Labrador. Murió en 1956.

Sabino Periáñez Martín, nacido en Talaván.

Teodoro Olivares González, de Valverde de la Vera. Murió en 1988.

Miguel Tejada Guita, de Deleitosa. Murió en 1992.

Alfonso Loro Gutiérrez, de Miajadas. Murió en 1974.

Modesto García Tejada, de Botija. Murió en 1971.

Nemesio Borrallo. :: S. E.

En el libro también se cita a otros héroes de África cacereños: Al general Juan García Margallo, de Montánchez; a Claudio Temprano Domingo, enterrado en Ceclavín; a Cesáreo Moreno Terrón, de Navas del Madroño; y a Martín Bravo Moraño, de Villamesías. También cuenta el origen del monumento de Villanueva de la Sierra, dedicado a Inocencio Rubio, que murió en Marruecos en 1921, cuando sólo llevaba 13 días en la guerra.

La tarde que se presentó el libro, el pasado 15 de febrero, en la Redacción estuvimos hablando de los héroes pobres de Cáceres, diciendo el fotógrafo Guinea:

–Mi madre canta una copla que igual tiene relación con los que hacían la ‘mili’ en África. Es así: «Si te toca, te jodes/ que te tienes que ir,/ que tu madre no tiene/ dos mil reales pá ti,/ a la guerra del moro/ a que luches por mí».

Buscamos la copla en internet. La encontramos en la página web ‘las canciones de la mili’. Dice que son de Arroyomolinos y refleja lo que sucedió en la Guerra de Cuba, la de Filipinas y la de África, cuando los hijos de familias acomodadas no iban al frente al pagar al Estado entre 2.000 a 6.000 reales, según la época. «Era una enorme injusticia – señala la página web –, pues iban a la guerra sólo los pobres. Familias humildes se arruinaban para que sus hijos no fueran a combatir».

– Bueno. Eso ya es historia. Ya nadie se libra de los marrones con dinero. – dijo Manuel Caridad, compañero del HOY Digital.

– No hables tanto – le respondió el fotógrafo –, que ahora tenemos a la gente pudiente que se libra de ir a prisión por tener dinero y pagar fianzas. No te engañes: En las cárceles, igual que antes en las guerras: sólo hay pobres.

Y... quizá tiene razón.

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