Las Hermanitas de los Pobres dejarán de gestionar la residencia de Cánovas en Cáceres
Las religiosas anuncian que se irán de Cáceres tras 140 años en la ciudad e inician los contactos para traspasar el centro a una empresa o institución
M. M. N. / c. m.
Jueves, 16 de enero 2020, 20:38
La residencia de mayores que las Hermanitas de los Pobres tienen en la avenida de España de Cáceres cambiará de manos. Así lo confirmó este jueves a este diario la congregación religiosa, que se marchará de Cáceres después de 140 años de presencia ininterrumpida en la ciudad una vez que se formalice el traspaso o venta, posiblemente a una empresa privada, aunque no se descarta que sea una institución, o incluso otra congregación religiosa. No está decidido porque el proceso se encuentra aún en su fase inicial.
Los 94 residentes y sus familiares recibieron la noticia el miércoles por la tarde, cuando fueron convocados a una reunión en la que la madre provincial de las Hermanitas de los Pobres les comunicó la decisión. En todo caso, el cambio en la gestión no será inmediato, ya que antes la congregación tiene que acordar y firmar el traspaso o venta del edificio con la empresa o institución que vaya a hacerse cargo. Mientras, la residencia permanecerá abierta y seguirá funcionando igual que hasta ahora, con las monjas al mando.
Los actuales residentes podrán seguir viviendo allí con las mismas condiciones que hasta ahora
En esa operación, según apuntan las religiosas, habrá dos requisitos ineludibles. Uno es que los actuales residentes podrán permanecer viviendo allí con las mismas condiciones que hasta ahora. El otro, que se deberán respetar los contratos de las 43 personas que trabajan en la residencia. Hay que recordar que este centro tiene un componente benéfico y algunos de los mayores que viven en él aportan únicamente sus pensiones no contributivas, que no alcanzan a cubrir el coste real del servicio que se les presta.
Una vez que el traspaso se formalice, la empresa u organismo que se haga cargo será el que determine las condiciones de los nuevos ingresos y el precio de la estancia.
La empresa u organismo que asuma la gestión estará obligado a subrogar a los 43 trabajadores
Este jueves por la mañana la vida parecía transcurrir con normalidad en la residencia de las Hermanitas de los Pobres, pero el tema de conversación casi unánime era la próxima marcha de la decena de religiosas que se ocupan de la gestión, una comunidad que presenta una edad media muy avanzada, lo que unido a la ausencia de nuevas vocaciones ha sido el detonante que ha llevado a la congregación a dar el paso de marcharse de Cáceres.
Es una medida similar a la que en los últimos años han adoptado las Hermanitas de los Pobres en otras ciudades españolas en las que tenían residencias. Es el caso por ejemplo de Valladolid, donde se la vendieron a otra congregación religiosa, las Hermanas de Marta y María, o de Vitoria, donde la residencia ha sido adquirida por Domus Vi, uno de los principales grupos españoles dedicados a la atención a los mayores.
Las Hermanitas se van por la elevada edad media de las religiosas y la falta de nuevas vocaciones
Las religiosas de las Hermanitas de los Pobres con las que pudo hablar HOY mostraron su «pesar» y su «sufrimiento» por tener que abandonar Cáceres, al mismo tiempo que recordaron su «vocación de obediencia» y reconocían que, con la edad que van teniendo muchas de ellas, la carga de llevar la residencia es cada vez más difícil de asumir. También destacaron las numerosas muestras de afecto y simpatía que desde el miércoles por la tarde vienen recibiendo tanto por parte de los residentes como de sus familiares y los trabajadores de la residencia. Ellas harán lo que han hecho toda su vida, es decir, marcharse donde les ordene su congregación para continuar con su tarea de servicio.
No han trascendido por el momento los planes de la empresa o institución que se vaya a hacer cargo de la residencia de las Hermanitas, en el sentido de si mantendrán el número de plazas, o si llevan a cabo algún tipo de reforma del emblemático inmueble del Paseo de Cánovas. Desde la congregación se insiste en que se están dando los primeros pasos, tienen abiertas varias opciones y no hay nada firmado.
En Cáceres todas las residencias tienen lista de espera, y de hecho entre los usos propuestos por diversos colectivos para el edificio del antiguo Hospital Provincial está el de residencia de ancianos.
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