El doble carril por Charca Musia en Cáceres deja sin acceso directo a una decena de empresas

«Tengo 60 años y llevo aquí 26. Nunca pensé que me vería así. Me han dejado bloqueado el negocio. Hay otros compañeros que están peor que yo». El relato es de Adrián Martín, empresario de Charca Musia. Es uno de los afectados por la entrada en servicio del doble carril en la EX-206, la carretera de salida desde Cáceres hacia Miajadas, conocida como 'de las torres'.

Lo que debía ser un motivo de satisfacción, una de las mejoras más celebradas de la flamante Ronda Sureste, para cerca de una decena de empresas del polígono industrial no lo es tanto. Se sitúan en la prolongación de la Ronda de San Francisco por la antigua carretera de Medellín. Allí está Almacenes Martín, cuyo gerente asegura que tanto la Junta del Extremadura como el Ayuntamiento han desatendido sus quejas. «Vamos a ir al juzgado. El proyecto no recogía que nos encerrasen, como han hecho», lamenta Adrián Martín. «Vinieron tres técnicos y no aclararon nada».

El problema de fondo es que con ese doble carril la parte de la EX-206 que permanecía abierta para esa calle del polígono ahora ha quedado cerrada. No es solo el rodeo que deben dar quienes acuden a esas naves (talleres mecánicos, almacenes, constructoras...), también afecta el recorrido de los grandes camiones.

«Se niegan a entrar porque luego no pueden salir de frente y deben ir marcha atrás, algo que les resulta complicado», reconoce José María Vicente, de Aluvisa, Aluminios Santiago Vicente. Acumula casi tres décadas allí y al igual que sus compañeros se siente abandonado por la administración. «No nos han hecho ni caso. Que venga el técnico del Ayuntamiento, que debería velar por las empresas y los puestos de trabajo, y todo lo que se le ocurre decir es que esto es una vía pecuaria... cuando ha sido la carretera de Medellín de toda la vida...», se queja con amargura. «No vemos bloqueados. Esto ya está afectando a nuestros negocios. Hay unas 50 personas trabajando y nos va a hacer mucho daño», insiste.

La situación es tan simple como dolorosa para ellos. La calle acaba ahora en vía muerta. Se llega hasta la 'nueva' doble vía pero no se puede entrar en ella. Hay que volver sobre los pasos y acceder por la parte más próxima a Ronda de San Francisco.

«Está fatal hasta para venir en autobús. Como la parada está frente a la gasolinera y no hay ni un paso de peatones ya no puede entrar directamente. Tienes que andar 600 metros», detallan. Precisamente en la gasolinera también se nota ese cambio. Cruzar ya no es tan sencillo, critican.

«¿Quién podía pensar que nos iban a cortar el acceso directo a la carretera?», se pregunta dolido José María Vicente. Afirma que aún hay tiempo para encontrar una solución: «Sería tan sencillo como hacer un rebaje del bordillo. No es una obra costosa y a nosotros nos daría la vida, pero no veo que se vaya a hacer». Esa falta de esperanza y la ausencia de respuestas hasta hoy es lo que les lleva a plantear una reclamación judicial, que ya está sobre la mesa, según Adrián Martín.

La explicación que da la Consejería de Movilidad se vincula con el hecho de que se trate de «una vía pecuaria que tiene su acceso habitual por la Ronda de San Francisco». Y reseña que precisamente ese es «un acceso que no se ve afectado».

«Por motivos de seguridad, al reordenar los accesos, no es posible su conexión a la carretera con un giro a la izquierda», resume. La Junta no ve «razonable» cortar el acerado en ese punto de la EX-206, ya duplicada, solo para que sea más cómodo entrar en esa calle cuando es posible el acceso solo unos metros más allá. Los interesados, como en cualquier obra de estas características, ya tuvieron la oportunidad de exponer sus planteamientos durante el periodo de exposición pública del proyecto: «No hubo ninguna alegación al respecto ni nadie se mostró en contra», recuerda ahora la administración.