La defensa de los acusados por explotar sexualmente a siete mujeres en Nuevo Cáceres asegura que estas ejercían la prostitución libremente
Comienza el juicio en la Audiencia Provincial de Cáceres, por el que la pareja procesada, en libertad con cargos, tendrá que hacer frente a la petición de 50 años de cárcel de la Fiscalía
Las mujeres «tenían disponibilidad absoluta para llamar por teléfono, salir, venir, irse a la playa... un delito relativo a prostitución es bastante discutible y trata de seres humanos tampoco, no venían de ninguna patera ni nada de eso». El abogado Marcos García Montes explicaba así este jueves por qué ha solicitado la libre absolución de sus clientes, una pareja acusada de explotar sexualmente a siete mujeres en un piso del Nuevo Cáceres.
Se trata de una red que fue desarticulada por la Policía Nacional en junio de 2004 y que traía a mujeres de Colombia a las que, según el escrito de la Fiscalía, les obligaba a ejercer la prostitución seis días a la semana durante 24 horas. Las mujeres, con edades entre 20 y 30 años, debían saldar la deuda económica de sus traslados y alojamientos con los responsables de la trama y estaban controladas en todo momento por los acusados por una cámara de vídeo y un móvil que debían llevar siempre encima. Según el escrito del Ministerio Fiscal aunque estas mujeres sabían a lo que venían, no eran conscientes de las condiciones de control a las que se les iba a someter.
La Audiencia Provincial ha celebrado este jueves trámites preliminares y ha fijado para los próximos 5 y 6 de noviembre la vista oral, en la que comparecerán las víctimas de la supuesta trata de personas. García Montes, un mediático letrado que se ha incorporado al proceso después de haberlo iniciado otro abogado, ha solicitado incluir nuevos testigos en el proceso y pruebas que acreditan que algunas de estas mujeres ya ejercían la prostitución antes y que lo hicieron después.
«Hay un tema que es importante, porque hay declaraciones que han hecho las testigos protegidos en las que reconocen que habían ejercido anteriormente la prostitución y siguieron ejerciendo después y como mucho me temo que alguna de ellas pueden incurrir en alguna contradicción con lo que declararon en su día, lo que podría constituir falsedad en juicio hemos pedido que se puedan visionar las declaraciones para poner de relieve las contradicciones si es que existen».
Entre los nuevos testigos es un hombre que «mantuvo relación con una de las chicas» y también testigos que acreditan las empresas que posee uno de los acusados y que «están funcionando magníficamente bien». Al menos uno de los negocios de este empresario está ubicado en Malpartida de Cáceres. García Montes señaló que la petición de responsabilidad civil se ha consignado a «nivel económico» y «con un inmueble», lo que supone que se ha «reparado el daño» de las víctimas.