Le condenan por conducir ebrio y provocar un accidente en Cáceres, aunque no le hicieron la prueba de alcoholemia
Cuando la Policía Local llegó al lugar del siniestro le hicieron la prueba a otra persona que dijo ser el conductor, mientras el acusado aprovechó para irse
Conducir borracho, causar un accidente y marcharse del lugar sin hacerse la prueba de alcoholemia, no supone librarse de la pertinente condena penal.
Es lo ... que señala la Audiencia Provincial de Cáceres, en una sentencia provocada por el recurso de un conductor condenado por el Juzgado de lo Penal número 1 de Cáceres por un delito de conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicas. Él aseguraba que debía ser absuelto porque no le habían hecho una prueba de alcoholemia, y no se podía probar que hubiera cometido un delito.
Es cierto que no hay una prueba que demuestre que había conducido borracho. El accidente ocurrió en la ciudad de Cáceres alrededor de las diez de la noche del 14 de diciembre de 2019. El acusado iba conduciendo su Renault, y al tomar de manera brusca la calle Reyes Católicos, en el barrio alcalde Antonio Canales, colisionó con un vehículo que estaba estacionado a la altura del número 21. No hubo heridos.
Se marchó
Cuando llegó la Policía Local vieron al acusado que tenía indicios de estar bebido, pero no le hicieron la prueba de alcoholemia ya que fue otro quien dijo que era el conductor. Había cuatro personas. Tras hacerle la prueba al que dijo ser el conductor y dar negativo, se supo que el que había guiado el coche siniestrado era el acusado, pero ya se había ido. Intentaron localizarle a través de su mujer, pero no hubo manera. No apareció para hacerle la prueba.
En el juicio el acusado reconoció que él era quien conducía el coche, pero recalcó que no iba bebido y que no había hablado con policía alguno. Señaló que había estado en un local de la zona de Pizarro, que pidió un tubo de cerveza, pero que solo pudo darle unos sorbos porque tuviron que irse pronto.
La Audiencia de Cáceres indica que miente, ya que además del testimonio de los agentes, están los de testigos que vieron el coche ir de un lado a otro, haciendo eses antes de la colisión. Tras el accidente hubo quien le escuchó hablar, indicando que se le trababa la lengua, y añadieron que se fue del lugar del accidente aunque hubo quien le dijo que se tenía que quedar.
Ha sido condenado a estar año y medio sin conducir, y a pagar una multa de ocho meses con una cuota diaria de 8 euros; es decir, pagar 1.920 euros.
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