Cáceres y Lumbini dan el primer paso para hermanarse

Ayer quedó rubricado por el alcalde de Cáceres, Luis Salaya, y el de la ciudad de Lumbini, Man Mohán Chaudhary, el «memorando de entendimiento» entre el Ayuntamiento cacereño y el del municipio nepalí, como paso previo al hermanamiento de los dos municipios con miras a la posible proyección futura de un complejo turístico budista en tierras cacereñas.

No hay en el documento firmado referencias concretas al proyecto de la anunciada estatua gigante y templo budista proyectados en Cáceres, ya que es más que nada una declaración de intenciones para estrechar lazos de colaboración.

Entre los compromisos adquiridos por ambas partes que refleja el documento, remitido ayer a los medios de comunicación, se detallan los de invitarse mutuamente a reuniones de trabajo, intercambiar información y conocimientos o promover la participación en encuentros, así como colaborar en iniciativas turísticas, culturales y económicas, que puedan redundar en un beneficio mutuo.

Precisamente, hoy concluye el viaje oficial de cinco días que ha realizado la delegación extremeña -encabezada por el alcalde de Cáceres, Luis Salaya, y la consejera de Cultura, Nuria Flores- que este sábado emprende el regreso a España. La visita al país de Buda se ha saldado con una agenda de reuniones protocolarias con algunos de los máximos dirigentes nacionales, como los ministros de Juventud y Deportes, Asuntos Exteriores, Turismo y Trabajo, con la esperanza de avanzar en las negociaciones para facilitar la instalación de lo que sería un centro de peregrinaje religioso de referencia mundial, dentro del extenso término municipal cacereño.

Por ahora se desconoce qué terrenos podrían ponerse sobre la mesa, y si serían públicos o privados. El portavoz local señaló ayer que es un proyecto «incipiente» y que se va a «tardar tiempo» en que se inicie el procedimiento administrativo. «El resto está todo muy abierto, no hay una parcela definida», declaró.

En noviembre, HOY publicaba en primicia que la ciudad optaba a este gran complejo, que contaría con un templo con residencia para 20 monjes, varios miles de metros cuadrados de jardines y otras instalaciones enfocadas a los visitantes, como librería, biblioteca, centros de artesanía o salas de yoga y meditación.