El auxiliar que 'manejaba' las residencias de Valencia de Alcántara
Comenzó en Cáceres el juicio contra el empleado municipal acusado de intrusismo profesional y acceder al ordenador personal de una trabajadora
Según la acusación, el hombre que ayer estaba sentado en el banquillo de acusados de la Audiencia Provincial de Cáceres, Andrés F. S., es un auxiliar de enfermería, representante sindical de Comisiones Obreras, que dirigió las dos residencias de mayores de Valencia de Alcántara, que realizó funciones de enfermero sin serlo, y que llegó a cometer un delito de descubrimientos de secretos, al entrar en el ordenador de una trabajadora sin su permiso.
En el momento en el que Andrés F. S. se levantó del asiento dedicado a los acusados para prestar declaración ante el tribunal, aseguró que él era inocente, que no había cometido delito alguno. Decidió responder solo a las preguntas de su abogado, y no a las de la fiscal, ni a las del acusador particular, ni al abogado del Ilustre Colegio Oficial de Enfermería de Cáceres. Aseguró que él es un empleado del Ayuntamiento de Valencia de Alcántara, representante sindical desde el año 2001, que es responsable de recursos humanos y alguna vez tomaba decisiones cuando faltaba el responsable. Negó que él cometiera un delito al estar en un ordenador, porque aseguró que ese ordenador lo utilizaban todos los trabajadores. También reiteró que él no había realizado funciones de enfermero.
En Valencia de Alcántara hay dos residencias de mayores: la residencia Buenos Aires, que depende del Sepad, y la residencia San Antonio del Ayuntamiento, si bien la dos son gestionadas por el Consistorio. La investigación se ha centrado en la residencia Buenos Aires.
Después de declarar el acusado, lo hizo la enfermera que le acusa de haber entrado en su ordenador. Ella afirmó que él era quien mandaba en la residencia, que por encima de él no había nadie. «Yo era la enfermera y tenía que ser su jefa; pero él era enfermero, era director, ...era todo».
Hasta las tres de la tarde fueron declarando trabajadoras de la residencia, que ratificaron que él era el que mandaba. También le acusaron de hacer funciones que no le correspondían.
Según el Colegio de Enfermería de Cáceres, representado por el letrado Miguel Ángel Lucas, aprovechó su situación de director de la residencia en la práctica, para despojar a una enfermera del control y solicitud de medicamentos y otros componentes como pañales y material para curas. Asegura que él realizaba el control del sintrom, de insulinas y eparina, utilizando las hojas de control de Enfermería.
Para la acusación particular, representada por el abogado Emilio Cortés Bechiarelli, el acusado ejercía de director-gerente en funciones, y entorpeció la labor profesional de la enfermera a la que representa, llegando el día 11 de octubre de 2018 a acceder a su ordenador personal. También le acusa de haber desempeñado funciones de enfermero.
La fiscal indica que él, al usar el ordenador personal de la enfermera, estuvo entrando en documentos particulares que nada tenían que ver con la residencia. Solicita que sea condenado a cuatro años de prisión, pagar una multa de 7.200 euros, ser inhabilitado 6 años e indemnizar a la enfermera con 3.000 euros.
La acusación particular pide dos años y tres meses de cárcel, estar inhabilitado profesionalmente el tiempo de condena, pagar una multa de 9.000 euros, e indemnizar a la enfermera con 12.000 euros.
El Colegio de Enfermería solicita que afronte una multa de 36 meses, con una cuantía diaria a determinar, por el delito de intrusismo.
El juicio seguirá esta mañana, y en el mismo el abogado defensor solicitará la libre absolución, al negar Andrés F. S. todas las acusaciones.