Andamios y grúas toman las fachadas en Cáceres

«Nos llaman a diario, para pedir presupuesto o para interesarse por algún proyecto. La verdad es que no paramos», comenta Juan Benito Rosa, uno de los socios de Rosmae, dedicada al acondicionamiento de fachadas, revestimientos y paramentos exteriores. Hace semanas estaban a pleno rendimiento en Ronda de la Pizarra, por encargo de un particular, y ahora trabajan en una subcontrata con la Junta de Extremadura en medio centenar de viviendas del Cerro de los Pinos.

Particulares y comunidades de propietarios se animan ante las nuevas líneas de ayudas en marcha y que permiten costear hasta un 80 por ciento del importe total. «La demanda en Cáceres está siendo brutal», revela Alfonso Gómez Goñi. El director general de Arquitectura completa su agenda diaria en reuniones con comunidades que en muchos casos desconocen que la obra es rentable por el impacto que tendrá en su factura energética y por las subvenciones. Solo en Cáceres se espera llegar a los ocho millones de euros.

Uno de los edificios de referencia es el Residencial Juan XXIII. Está frente al colegio de las Josefinas y su obra llama la atención a quienes pasan por allí. Casi toda la acera está cortada. Son 166 viviendas y cinco locales. Un aparatoso andamio completa la fachada y rodea los pisos por la parte de atrás. Es una intervención de calado que se llevaba fraguando desde 2007, cuenta Domingo Jiménez Padilla, el administrador. «Es un bloque antiguo y tenía problemas con el ladrillo en la fachada. Había que hacer algo y este ha sido el momento cuando hemos podido confirmar que era interesante con este programa», analiza.

La obra supera los 2,3 millones de euros, pero han accedido a una subvención de 1,27 millones. El resto se costea con un crédito bancario.

«Hay que felicitar a los vecinos de Juan XXIII como a otros de la ciudad que han decidido participar sabiendo que van a obtener un ahorro en la factura de la luz. Entre ayuda, deducción y ahorro se amortizará la inversión y mejorará su calidad de vida», avanzó la consejera de Vivienda, Leire Iglesias, cuando acudió a visitar la misma obra.

En la capital se van a realizar actuaciones similares en mil viviendas y edificios. El planteamiento de la Junta de Extremadura es que, a veces, no se trata de hacer más pisos sino de aprovechar oportunidades como esta para renovar el parque inmobiliario y adaptarlo a la nueva realidad con mejoras en el aislamiento, acondicionamiento y reducción de la factura energética.

«Nosotros lo empezamos a valorar a través de un convenio entre la Agencia Extremeña de la Energía y el colegio de administradores de fincas. Si nos costaba 1,5 millones hacer el arreglo que necesitábamos, con las mejoras energéticas se iba a casi tres millones. Parecía que no era rentable, pero con la ayuda el coste real es el mismo y la diferencia es sustancial», subraya Domingo Jiménez Padilla.

Este administrador de fincas admite que las líneas de ayuda pública están animando a los propietarios a presentar sus proyectos tras consultar con los profesionales del sector. «Se está produciendo un efecto contagio. En la barriada del Perú son ya varias comunidades las que lo están valorando», resalta.

«Hay mucho movimiento. Nosotros hemos hecho estudios a comunidades. A nivel de particulares, ahora mismo estamos trabajando con este programa en cuatro viviendas», confirma Abraham Arroyo. Es el gerente de la empresa Trazo I&C. También menciona la sencillez y rapidez de la tramitación. Para un particular, dice, es relativamente fácil acceder hasta 3.000 euros de subvención por cambiar la carpintería metálica de las ventanas. Juan Benito Rosa, de Rosmae, abunda: las intervenciones en fachadas, la especialidad de su empresa, se multiplican. Esta mercantil trabaja en actuaciones como la que se lleva a cabo en pisos de la Junta en Aldea Moret.

En estos momentos, hay abiertas tres convocatorias. Forman parte de los fondos europeos del Plan de Recuperación. Por un lado están las ayudas de rehabilitación 'a nivel de edificio', un programa dotado con 6,2 millones de euros. Se dirige a bloques de pisos, propietarios o viviendas unifamiliares. La subvención, recuerda Gómez Goñi, requiere reducir al menos un 30 por ciento del indicador de consumo de energía primaria no renovable.

Por ejemplo, hay comunidades que pretendían afrontar mejoras que no tenían que ver con este plan pero a las que les ha interesado sumarse a él si añaden esa incidencia energética requerida. Hasta un 80 por ciento se puede obtener del total de la inversión. Hay una línea específica para eficiencia energética en viviendas y una tercera para el llamado 'libro del edificio para la rehabilitación y redacción de proyectos'.

Pasear por Cáceres y encontrar trabajos en altura se ha convertido en algo bastante común. El sector de las grúas es otro de los beneficiados. Se ven en el Rodeo, Virgen de Guadalupe... «No paramos. Solo en Vistahermosa tenemos varias obras», destaca un operario que trabaja en una intervención que se ejecuta durante mes y medio en Santa Joaquiona de Vedruna. En Médico Sorapán otra comunidad ha logrado 1,2 millones. La inversión es de 1,6. El director de Arquitectura recuerda que la tramitación es rápida, el expediente se resuelve en tres meses.

«El objetivo es renovar el parque edificado y ahorrar en eficiencia energética. La desgravación es del 60 por ciento», resume Alfonso Gómez. Entre los datos que aporta alude a los 321 expedientes abiertos en Cáceres frente a solo 168 en Badajoz. En diciembre entraron 154 solicitudes. Ahora se llega a las 180 al mes.