500 años de El Brocense, el humanista aún desconocido
UEx. El grupo de investigación Lapar traduce y promueve la divulgación del trabajo del gramático y humanista Francisco Sánchez de las Brozas
En Cáceres El Brocense tiene dedicada una avenida, uno de los más célebres y añejos institutos de Secundaria y una sala de arte contemporáneo ... que gestiona la Diputación de Cáceres. Sin embargo es muy posible que si salimos a la calle y preguntamos quién era no sea tan fácil encontrar personas que nos den datos certeros de este importante gramático y humanista, Francisco Sánchez de las Brozas, del que este año se conmemora el quinto aniversario de su nacimiento en la localidad cacereña que le da nombre.
El grupo de investigación Lapar (Las Artes de la Palabra de la Antigüedad al Renacimiento) de la Universidad de Extremadura, que agrupa a la mayoría de miembros de latín y de griego del departamento de ciencias de la antigüedad, trabaja desde los años 80 en desentrañar el papel de El Brocense. «Es una figura fundamental, hay lingüistas actuales como Noam Chomsky en Estados Unidos que están elogiando lo que hizo El Brocense en el siglo XVI», señala María Luisa Harto, doctora en Filología Latina y directora de este grupo. «Cuando se habla del Renacimiento y de la Extremadura de los conquistadores parece que nuestros únicos méritos fueron relacionados con la conquista, pero tenemos la figura de El Brocense y la de Nebrija, que aunque no era extremeño pasó una buena parte en Extremadura, y son figuras clave para la cultura de nuestro país». El proyecto 'El Brocense, Diego López y la exégesis del Emblema: Textos, interpretaciones y recepción posterior' fue premiado con la Tenca de Oro en la última edición de esta fiesta en Brozas. Además de Harto recogieron el premio César Chaparro, Luis Merino y Manuel Mañas.
«Es una figura fundamental, hay lingüistas actuales como Noam Chomsky en Estados Unidos que están elogiando lo que hizo El Brocense en el siglo XVI
María Luisa Harto
Directora del grupo Lapar
«No se fiaba ni de la autoridad, porque lo hubiera dicho Platón y Aristóteles, ni tampoco del uso porque fuera tradición«
César Chaparro
Catedrático emérito e iniciador de los estudios de El Brocense
La académica reconoce que la figura de El Brocense se ha popularizado menos que la de Nebrija por el tipo de gramática que se fue imponiendo a través del siglo XVI y XVII. «En el siglo XVII por orden real y previa consulta a las universidades se impone que hay que enseñar por la gramática de Nebrija, en esa época la enseñanza jesuita era la que dominaba en España», precisa. Su obra cumbre se llama precisamente 'La Minerva' por ser la diosa de la razón «porque no quería enseñar de memoria las conjugaciones y las declinaciones, él quería explicar el funcionamiento de la Lengua, era un tipo de gramática que en el siglo XVII y XVIII en España cuenta con mucha oposición». Era tal la resistencia del 'establishment' del momento que a las propias clases de El Brocense se presentaba la inquisición para obligarle a enseñar por la gramática de Nebrija, y llegó a estar procesado.
Se trata de un autor que tiene poesía y retórica pero su aportación esencial es su gramática, destaca Harto, que da un ejemplo más del desconocimiento general de este humanista. «Hay alumnos de los que tenemos aquí en Filosofía y Letras que han estudiado en El Brocense y cuando yo les pregunto no saben quien era, esperemos que el centenario y los congresos sirvan para dar a conocer su legado».
El grupo de investigación lo fundó y lo presidió el catedrático de Filología Latina Eustaquio Sánchez Salor y trata de difundir la enseñanza de la gramática, la retórica, la dialéctica y el latín en el humanismo. «Hay gente que nos pregunta por qué seguimos investigando, si a Virgilio ya todo el mundo le conoce, si está todo traducido, y no nos damos cuenta de que la ciencia hasta el siglo XVIII se escribió todo en latín, hay miembros del grupo de investigación que trabajan con profesores de Física de Badajoz que están estudiando las manchas solares porque los tratados de física de los siglos XVII y XVIII que analizaban el cielo están escritos en latín, estamos convencidos de que hay que estudiar mucho todo lo que está escrito en latín desde la antigüedad hasta el Renacimiento», defiende esta estudiosa.
Dentro de un mes, el próximo 8 de noviembre, se inaugura un congreso que tendrá lugar en Brozas y en Cáceres. «Vamos a presentar una obra que se acaba de publicar que es la última gramática de Nebrija que revisó El Brocense en 1522, no había en España ninguna edición ni traducción moderna, en la inauguración del congreso vendrá Juan Gil de la Real Academia para presentar la obra junto con Eustaquio Sánchez Salor». Hay una parte de la obra de El Brocense que aún está sin editar.
El catedrático emérito de Filológía Latina César Chaparro, que fue rector de la UEx entre 1991 y 1999, inició este grupo junto con Sánchez Salor. El trabajo, dice, ha ido orientado a resaltar «el elenco de humanistas extremeños de grandísima importancia». Chaparro indica que uno de los logros es «haber traducido la mayor parte de las obras de El Brocense, empezando por su obra principal 'La Minerva', los escritos de retórica, los filosóficos, la obra poética». Reconoce como handicap para el conocimiento que «cuesta hincarle el diente» a obras como la de El Brocense, «que requieren un mínimo de conocimiento».
Humanismo
En esos 40 años se ha mantenido constante el trabajo de investigación de los humanistas extremeños. «En unos momentos coincidiendo con algún aniversario, pero ha sido permanente la dedicación al estudio de la personalidad del Brocense, y humildemente hemos dejado esa preocupación y esos estudios en profesores que ya son catedráticos y que han mantenido la llama de lo que iniciamos nosotros en aquel tiempo, han publicado muchísimo y el grupo tiene una importancia muy grande en los estudios de Filología Clásica en España y fuera de España».
Para Chaparro uno de los rasgos más interesantes de El Brocense fue su independencia de pensamiento. «No se fiaba ni de la autoridad, porque lo hubiera dicho Platón y Aristóteles, ni tampoco del uso porque fuera tradición, él proponía que había que aplicar a todos los estudios la razón y esa impronta que dio es la que luego se mantuvo y ha tenido una permanencia durante muchísimos siglos, casi más quizás fuera que en la propia España». Este académico señala la importancia del papel y el apoyo del propio Brozas para resaltar la figura del autor. Un compromiso que muestra el orgullo de todo un pueblo hacia su vecino más célebre.
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