Badajoz

Los vecinos invaden el aparcamiento sin acabar del Palacio de Godoy

Pese a ello muchos vecinos no han podido esperar y el pasado 5 de enero retiraron las vallas que acotan la obra para estacionar sus coches. «Cuando llegué la valla estaba quitada y ya había coches aparcados, por lo que todos hemos entendido que el aparcamiento ya está funcionando», comenta Pérez que agradece poder aparcar su coche cerca de casa.

«Llevamos muchos meses de obras, nos han quitado plazas de aparcamiento de la calle porque la han hecho plataforma única. El parking ya está terminado y para nosotros es un desahogo poder dejar el coche cerca de casa», afirma esta vecina.

Vicente Frauca es otro vecino del centro afectado por la falta de aparcamiento. Él lo suele dejar en La Alcazaba o en las inmediaciones del parque de Castelar. «Los residentes estamos cansados de la falta de espacio. El aparcamiento ha sido tomado, la gente ha visto que estaba terminado, ha retirado las vallas y ha entrado sus coches», cuenta.

Él ha sido otro de los residentes que ya ha hecho uso de las nuevas instalaciones. «Mi hija se vio obligada a aparcar el coche porque no había sitio. Solo fue durante la noche, a las siete de la mañana se iba a trabajar, por lo que no impidió a los trabajadores realizar sus tareas», alega.

Unos trabajos que tras el fin de semana se reanudaron este lunes. Los operarios volvieron a colocar las vallas, esta vez sin esperanzas de que se respete la restricción de acceso al aparcamiento. Con más de una decena de vehículos ocupando el parking, los trabajadores terminaban de soldar las barandillas de la entrada peatonal, pero aún tienen que delimitar las plazas y pintar aquellas reservadas a los usuarios con movilidad reducida.

La falta de aparcamientos en el centro ha obligado a Vicente Novillo a alquilar una segunda plaza de garaje en el parking de Santa María. Este vecino de la calle José Lanot tiene una cochera compartida pero desde que empezaron las obras del Casco Antiguo ha tenido que alquilar una segunda plaza. Esto se debe a que la mayoría de los estacionamientos eliminados con la creación de la plataforma única no han sido sustituidos.

«El parking de Godoy es una solución mediocre porque se ofrecen menos plazas de las que se han quitado», afirma Novillo, que considera que la obra del parking está más pensada para dotar de estética a la zona que para solucionar los problemas que tienen los residentes. Para Frauca el nuevo aparcamiento tampoco soluciona la falta de espacio.

Me parece muy bien que hagan nuevos aparcamientos en este entorno, pero son pocos para todos los que se necesitan», explica Frauca, que vive en el Casco Antiguo desde hace cinco años y no entiende que se creen menos plazas de las que se han eliminado.

Un problema que afecta también a los profesores y alumnos de la Escuela Oficial de Idiomas, (EOI) que alberga el interior del Palacio de Godoy. «50 plazas no van a solucionarnos el problema de espacio. Se necesitan más aparcamientos, no solo para nosotros sino para todo el vecindario», afirma la directora de la EOI, Isabel Mena.

«Volvimos a las clases y vimos que había coches aparcados. Los vecinos han abierto el parking, pero los trabajadores de la obra nos han dicho que no podemos estacionar porque tienen que pintar», cuenta la directora preocupada porque las obras han puesto en evidencia los problemas del centro educativo.

«Vemos que el nuevo aparcamiento es accesible, tiene rampas de acceso para personas con movilidad reducida. De forma que si un alumno quiere venir a la EOI puede aparcar el coche pero no acceder al aula», explica.

Esto se debe a que las instalaciones de la Escuela Oficial de Idiomas, ubicadas en la segunda planta del Palacio de Godoy no cuentan con rampas o ascensor para poder acceder a las aulas.

La directora no confía en que las nuevas plazas les permitan estacionar a todos los alumnos y profesores. «Ahora aparcamos donde podemos y seguramente tendremos que seguir así. Lo normal es dejar el coche en La Alcazaba, pero una alumna fue perseguida cuando volvía a por su coche a las diez de la noche», cuenta Mena.

Sobre este incidente ya dio cuenta Isabel Mena al Consistorio. «Hemos pedido que se implemente la seguridad o que al menos aumenten la iluminación de la zona».

Consciente de la afluencia de personas que tiene la EOI, Frauca considera que se deberían barajar otras opciones para el uso de los aparcamientos. «Sé que no sería justo que solo hiciéramos uso de él los residentes, pero es lo único que tenemos si queremos incentivar que la gente venga a vivir al centro», sentencia.

Este vecino ve necesaria otras soluciones como convertirlo en zona azul con pegatina de residente. «Es una medida que hay en todas las ciudades», exclama.

Por su parte, el Ayuntamiento no ha dado una respuesta a HOY sobre las posibles medidas contra los vehículos estacionados en el parking, cerrado al público. Los vecinos alegan que más allá de las vallas no hay ninguna señal que impida aparcar ahí y justifican que están cansados de una obra que se está alargando en el tiempo.

Las obras de construcción del parking comenzaron el pasado mes de abril tras un año paradas.