«Tú no sabes dónde puedes llegar hasta que no pruebas a salir como costalero»
Juan Tinoco. Pregonero de los costaleros ·
Su primera Semana Santa la recuerda con dalmática, más tarde fue aguador y ahora forma parte del equipo de capataces de la Virgen de los DoloresCostalero desde los 17 años y miembro del equipo de capataces de María Santísima de los Dolores (hermandad de los comerciantes), Juan Tinoco Zambrano pronunciará ... el XXVII Pregón del Costalero el próximo 3 de abril en la Semana Santa de Badajoz, un acto en el que hablará de sus vivencias cofrades.
–¿Cuál es el primer recuerdo de la Semana Santa de Badajoz?
–Mi padre (Juan Tinoco Manzano) es miembro de la Asociación de Costaleros y Capataces de San José desde hace años y a mí siempre me educaron en el amor a la Semana Santa. Para mí la Semana Santa era más que unos Reyes y mi primer recuerdo es verme vestido de dalmática delante del Cristo del Descendimiento por la plaza de San Andrés. En esos primeros años nosotros éramos los aguadores que dábamos de beber a esos hombres y mujeres que llevaban los pasos.
–¿Y la primera vez bajo un paso?
–Fue el año en el que iba a cumplir 18 años. Mi hermano ya era costalero, pero a mí no me había entrado todavía esa fiebre. Viendo que mi hermano se iba a ir yo decidí probar en la 'igualá' que se hizo en enero. Es lo que le digo a la gente: tú no sabes hasta dónde puedes llegar si no lo pruebas. Por eso invito a los jóvenes a meterse debajo de los pasos. Yo me estrené con 17 años.
–¿Cuántos años ha salido como costalero?
–Entre 2016 y 2019 llevé a María Santísima de los Dolores, un paso del que ahora formo parte como miembro del equipo de capataces. Ahora salgo de costalero con Nuestro Padre Jesús de la Espina, el Santísimo Cristo del Descendimiento y el Santísimo Cristo del Amor. Además, el Viernes Santo volveré a procesionar con el paso del Descendimiento.
–¿Hay relevo generacional en las cuadrillas de costaleros?
–Yo formo parte de esa generación que ha ido recogiendo los frutos de nuestros padres. Los niños que llevábamos el agua somos ahora el relevo de esa generación que sigue siendo fundamental para la Semana Santa de Badajoz.
–LLevar un paso ¿es cuestión de fe o de tradición?
–Yo soy una persona muy creyente, pienso que los pasos salen a la calle para dar una catequesis. Pero lo importante está en el sagrario, en el interior del templo. Para mí es un orgullo acercarle a Dios y a su bendita Madre a personas que no se pueden desplazar a un templo, es lo que me llena realmente, un sentimiento que nunca podré explicar con palabras.
–¿Se entiende tanta pasión?
–Si a alguien le cuentas que sales en cinco hermandades seguidas te dice que cómo puedes aguantar eso, pero cuando se habla de pasión y sentimiento, termina entendiéndolo.
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