Limpieza aplicará un líquido en las calles para eliminar la cera de las procesiones

Así lo explica el concejal no adscrito, Alejandro Vélez, quien incide en que los operarios extenderán el producto el mismo día en que la procesión saldrá a la calle. De esta manera, quieren evitar que la lluvia lo elimine.

El líquido evitará que la cera de los cirios se incruste y facilitará su retirada. Además, Alejandro Vélez indica que colocarán señales de tráfico para pedir a los conductores que extremen la precaución, sobre todo a los de motos. Habrá también una brigada tras la representación a caballo de la Policía Nacional que acompañará al Descendimiento.

Este es uno de los asuntos que trató ayer el Ayuntamiento en la junta local de seguridad ciudadana para organizar el dispositivo de la fiesta. Allí advirtieron otras novedades, como que la cofradía de San Fernando tendrá que modificar su itinerario este año para evitar la calle Santa Lucía. La semana pasada comenzaron las obras para eliminar los bordillos en esta calle. El primer teniente de alcalde, Antonio Cavacasillas, anunció ayer que la procesión tomará la calle Prim y después Juan Carlos I para entrar en la carrera oficial.

El alcalde, Ignacio Gragera, publicará en los próximos días un decreto con la relación de calles afectadas por el paso de nazarenos. En todas ellas será necesario retirar los vehículos a las 15 horas del día anterior a la salida, mientras que los hosteleros deberán levantar terrazas y veladores una hora antes de la salida de la procesión. En 2019, último año de desfiles antes de la pandemia, fue obligatorio levantar las mesas tres horas antes. Ahora se pretende que los bares puedan aprovechar el tirón de la Semana Santa.

De hecho, el Ayuntamiento ha solicitado a la Junta de Extremadura la ampliación en dos horas de sus horarios de cierre para todos los establecimientos de hostelería. El alcalde, Ignacio Gragera, explicó ayer que están pendientes de la respuesta autonómica y de la autorización que se publicará en el DOE. Este año se ha solicitado que entre en vigor el Miércoles Santo y no antes del Domingo de Ramos, como ocurrió en la Semana Santa de 2019. El Ayuntamiento está a la espera de la respuesta por parte del Ejecutivo autonómico, que ya ha dicho que adoptará una decisión para toda la región extremeña.

Badajoz espera que las cofradías sumen 10.000 personas en toda la semana entre nazarenos, costaleros, penitentes y otros componentes de las procesiones. Solo el Viernes Santo, durante la procesión Magna, habrá 2.500 personas en las calles de Badajoz.

Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado sumarán 1.200 servicios durante esos días. La Guardia Civil controlará los acceso a la ciudad, mientras que Policía Nacional y Local se encargará de la seguridad ciudadana y el cumplimiento de las ordenanzas. Además, la Cruz Roja incorpora una ambulancia y tres equipos. Protección Civil actuará en cinco puntos de avituallamiento de la Procesión Magna el Viernes Santo.

Los preparativos avanzan estos días. Desde el lunes pueden verse los trabajos en la plaza de España para colocar las gradas desde donde poder ver todas las procesiones que pasan por la carrera oficial, que son todas salvo la del Cerro el sábado de pasión. Estos asientos tienen un coste de un euro por persona.

La Agrupación de Hermandades y Cofradías está pendiente de las indicaciones sanitarias para trasladarlas a las organizaciones. La mascarilla será obligatoria bajo los pasos, pero los costaleros están pendientes de saber si podrán andar con los faldones de los pasos subidos o bajados. El próximo sábado, una vez oídas las reclamaciones de la autoridad sanitaria, tomarán la decisión y la trasladarán a las cofradías.