Cerro de Reyes vive su vía crucis con la riada en el recuerdo
Los vecinos de esta barriada pacense recrean la pasión y muerte de Jesucristo en el 25 aniversario de las fatídicas inundaciones
Medio centenar de vecinos, ataviados con las ropas hebreas y romanas, han puesto esta mañana en escena la pasión y muerte de Jesucristo en el Cerro de Reyes. Desde el parque del arroyo Calamón y hasta el monte que da el nombre a la barriada, Jesucristo ha ido reviviendo sus últimos momentos con soldados atormentando sus últimos momentos y seguidores rezando por la cercanía del final.
Unas doscientas personas han acompañado a la comitiva, que iba a pie y a caballo. Entre oraciones y pasajes bíblicos han pedido por las víctimas de la covid, por las víctimas de los fanatismos religiosos y el terrorismo, por el cese de la guerra en Ucrania y por el futuro de los refugiados.
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La Hermandad de Jesús Obrero y Dulce Nombre de María comenzó a representar el via crucis en 1998 y durante siete años se mantuvo de forma ininterrumpida, aunque a partir del 2004 se dejó de recrear. Fue en el 2012 cuando la recién creada Hermandad de Jesús Obrero se propuso rescatarlo con la colaboración de los vecinos. Esta mañana, tras dos años de parón por la pandemia, la cofradía y los vecinos se han echado a la calle con el recuerdo de la riada.
Este 2022 se cumplen 25 años de aquel fatídico día. Para recordar a las víctimas, los vecinos han cambiado el recorrido que solían hacer para iniciar el camino en el parque del arroyo Calamón y terminar como siempre, en el monte que da nombre a la barriada.
Ángel Miguel Fernández Regaña, profesor del colegio Santo Ángel de 44 años, se mete en la piel de Jesucristo, porta la cruz de madera y va soportando los fingidos latigazos de los soldados hasta que llega al monte, le atan a la cruz y soporta la crucifixión hasta que da su último suspiro.
La cruz que ha llevado sobre su hombre lucía un crespón negro por Jorge Luis Fernández, el fotógrafo pacense que falleció el Jueves Santo mientras esperaba las cofradías en la plaza de la Soledad.
La madre de Ángel Miguel Fernández, que este año interpreta a Jesucristo por tercera ocasión, es Concha Regaña. Ella sigue la comitiva con emoción, mientras el resto intercala los 'padresnuestros' y versículos del Evangelio con las saetas, como las que interpretó Paco Ramos.
Cerro de Reyes tiene su propia cofradía, la del Dulce Nombre de María, pero esta actividad supone para ellos un paso más en la Semana Santa. Inmaculada Adán, religiosa de la comunidad que las Siervas de San José tienen en la barriada, destaca la «religiosidad popular» que viven cada Viernes Santo. Una vivencia a la que muchos vecinos acompañan a pie y saca a otros a los balcones o la calle. Como las hermanas Francisca y Antonia Gastón, que comentan con alegría un via crucis que se ha vuelto una tradición para el barrio. «Esto y la salida de la Virgen es lo más grande que tenemos».
