La Semana de la Ciencia en Badajoz saca más de treinta experimentos a la calle

Por el campus de la avenida de Elvas han pasado estos días alumnos de Secundaria o Bachillerato para que le pierdan el miedo a las carreras científicas. Organizaron más de treinta ensayos sencillos para enseñar conceptos físicos como la electricidad, el magnetismo o la termodinámica.

También trataron la radiación ultravioleta (UV) para concienciarles sobre los efectos de la sobreexposición y la eficacia de las cremas con filtro solar o las gafas de sol.

En la facultad trabaja el Grupo AIRE, que tiene una línea de investigación a la radiación solar.

El edificio de los institutos de investigación abrió las puertas a grupos para que los niños aprendieran con los investigadores a diferenciar sabores y alimentos en catas a ciegas.

En Ciencias también han organizado charlas para sus alumnos por el 150 aniversario de la tabla periódica. El profesor José Antonio Serrano habló sobre la vida entre plásticos y microplásticos.

En algunos casos, los experimentos se han trasladado a los institutos manteniendo la misma filosofía: promocionar la biología, la medicina, la física o la química en un tono más cotidiano que académico.

En el San José de la avenida Padre Tacoronte, por ejemplo, han recreado el laboratorio de Frankestein. El profesor Fernando Hernández Trejo agradece que la Universidad de Extremadura apueste por la visibilidad de las ciencias y por mostrarlas divertidas y prácticas a los preuniversitarios.

«Cuando nos invitaron a participar ideamos dos talleres teniendo en cuenta algunas actividades similares que ya habíamos hecho en el centro y las adaptamos a esta semana».

Un grupo de voluntarios representó una obra de teatro contando la vida de Mary Shelley -la escritora del libro Frankestein- y el doctor Galvani -científico de la época que investigó los efectos de la electricidad sobre los órganos vivos y muertos-.

Durante la función hicieron varias pruebas con la electricidad o la combustión del acero. Según el docente fue todo un éxito y la iniciativa demostró que el alumnado se motiva cuando participa activamente en su proceso de enseñanza.

En el IES San Roque, la profesora de química Pepi Jaramillo ideó una especie de CSI en el laboratorio. Simuló un crimen en el que los alumnos tuvieron que reconstruir los rastros a través del luminol. Fue su particular forma de mostrar a los chicos la química forense, una rama de la que apenas se habla en las aulas.

En el Ciudad Jardín se han centrado en recordar la llegada del hombre a la luna en el planetario que diseñaron el año pasado.

En el Reino Aftasí trabajaron sobre los efectos del cambio climático. Invitaron a expertos en clima y los chicos preguntaron sus dudas en un programa de radio simulado.

También se sumó el Colegio de Veterinarios con una exposición en su sede de la avenida Santa Marina explicando los ciclos biológicos de los distintos parásitos humanos y animales.

Gran acogida igualmente en la sede de la Agencia Estatal de Meteorología a charlas sobre los instrumentos y variables técnicas que utilizan los meteorólogos para predecir el tiempo.

En la calle también ha estado estos días la asociación Aluciencianante con la que varios profesores tratan materias de clase fuera de las aulas. En este caso idearon una ruta mostrando los fósiles de los monumentos o la flora de Castelar.