Seis meses para abrazar a su madre
48 militares, de los 472 que la Brigada Extremadura XI envió al Líbano han regresado este martes a sus casas, el resto lo hará en las próximas semanas
A las siete de la mañana se ha levantado hoy Daniela Quirós junto a su padre Bernardo Quirós, los nervios apenas les han dejado dormir. « ... Estoy esperando a mi madre», contaba Daniela al llegar esta mañana a la base militar de Bótoa.
La pequeña de nueve años despidió en noviembre a su madre, María Jessica Calderón, que partió hacía el sur del Líbano junto a 472 compañeros de la Brigada Extremadura XI. Desde entonces Bernardo ha sido quién ha acompñado a diario a Daniela al colegio, y junto al resto de su familia han vivido cumpleaños o el día de Reyes, que fue lo más duro para ellos. «La hemos echado mucho de menos, su sueño era ir y nosotros lo único que podemos hacer es apoyarla y esperarla con los brazos abiertos», contaba Bernardo, el marido de Jessica a quién estos seis meses se les han hecho interminables.
Antes de que Jessica bajase del autobús que les ha traído de regreso desde el aereopuerto de Talavera hasta la base militar, Daniela contaba como ha vivido estos meses sin su madre. «He hablado con ella a diario por videollamada aunque a veces se iba la señal», decía la pequeña emocionada porque su madre podrá estar en su comunión que es el próximo domingo.
La familia de María Jessica se desplazó al completo desde su localidad, Don Benito, hasta Bótoa. «Esto es muy emocionante. Estamos muy orgullosos de ella, para nosotros ha sido muy duro pero más lo ha sido para ellos que no han estado allí en la mejor de las circunstancias». subraya Quirós, que cuenta que las últimas semanas han sido las más largas del medio año que han estado sin ella.
179 horas de búnker
En torno a las 12 de la mañana dos autobúses llegaron a la base militar con los 48 militares del contingente BRILIB. Fue entonces, cuando aún desde la distancia, porque primero tuvo lugar una bienvenida militar, María Jessica pudo ver a su hija sin una pantalla de por medio. Tras romper filas los seis meses sin verse se rompieron con un abrazo. No les salían las palabras, sólo lárgrimas de emoción porque María Jessica Calderón tenía de nuevo entre sus brazos a su hija.
«Estás grandísima», dijó emocionada la cabo Calderón, que agradece a su familia que hayan apoyado su sueño.«Han estado todos conmigo mi sueño era ir de misión y ha sido duro pero mu y gratificante. Estoy muy satisfecha con lo que hemos hecho allí», contaba Jessica.
Lo más duro para ella como para el resto de militares que regresan durante esta semana es la situación vivida en el Líbano. Con bombardeos contantes, apenas han podido salir de la base y han pasado 179 horas metidos en el búnker para protegerse de los ataques.
«Fui en una misión en 2013 y he vuelto ahora diez años después y no tiene nada que ver, nada ha sido como yo lo recordaba», contaba el marido de Laura Huertas que ha sido otro de los militares que hoy ha vuelto a casa. «La primera vez que fui tampoco tenía a mis hijos y eso también lo hace todo más duro, te pierdes muchas cosas porque cuando me fuí el pequeño no hablabla y ahora no se calla», decía emocionado.
Con una pancarta en la que se leía 'Bienvenido a casa papá' sus hijos de cinco años años el mayor y un año el pequeño les han recibido. «Estoy muy nerviosa, lo que queremos ahora es recuperar el tiempo perdido y estar los cuatro juntos». decía Laura.
Muy contento estaba también el perro de Sara Garrido, un Dóberman que se lanzó a ella cuando pisó la base. «Estoy muy feliz de volver a estar en casa. Ha sido una misión diferente por la situación, a los primeros que he abrazado ha sido a mis padres porque sé que han sufrido mucho», sentenció.
Unos abrazos que han conseguido borrar los meses de angustia que han vivido las familias que desde aquí esperaban este día. Ahora sólo quieren disfrutar y recuperar el tiempo perdido, como Daniela que espera con ansia el domingo para celebrar su comunión y la vuelta a casa de su madre.
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