La Sareb, dueña del bloque Badajoz, tendrá visita judicial en diciembre
La sociedad presentó una denuncia en julio de 2021, que fija la vista para identificar a los okupas dentro de tres meses
La Sareb es la propietaria del edificio de San Roque cuya okupación los vecinos quieren denunciar en la Policía Nacional. «Somos conscientes de la situación ... y trabajamos en la desokupación, pusimos las primeras denuncias de julio de 2019», dicen desde la sociedad que agrupa las viviendas de bancos acumuladas en la crisis inmobiliaria.
La sociedad tuvo un proceso judicial hace tres años y recuperaron el inmueble. Entonces pusieron alarmas en los pisos vacíos, colocaron otras en 2020 y unas más el año pasado. En julio de 2021 volvieron a poner denuncias por okupación. De esta tienen fijada una visita para identificar a los ocupantes el próximo 12 de diciembre.
La sociedad realizó la última visita en mayo de este año. Entonces comprobaron que las puertas del garaje estaban forzadas y no pudieron entrar «por la conflictividad» del interior, según reconocen desde su gabinete de comunicación.
«Estamos en contacto con la Policía para confirmar la situación de los ocupantes», señalan desde la Sareb. Indican que entienden la situación de los vecinos y sus temores, pero aseguran que no pueden entrar al inmueble sin dar «los pasos legales para el lanzamiento» de estas personas.
Los vecinos han enviado varias cartas a esta sociedad, donde insisten en que mientras el edificio esté okupado no pueden acceder. Esperan que la denuncia que pusieron hace más de un año dé soluciones judiciales en los próximos meses.
Este bloque nunca se vendió. La obra quedó parada antes de que los pisos se entregasen y el edificio está ahora arrasado. Han desaparecido ventanas, desde fuera se ven zanjas en los techos, los vecinos aseguran que se han llevado las puertas y los inodoros y que no existe el ascensor ni los cuadros de luces, como tampoco el cableado. A esto se unen discusiones continuas y una actividad nocturna constante, que generan problemas en el descanso de los residentes en los bloques cercanos y miedo a salir de sus casas por las noches.
La Policía Nacional conoce este caso porque han atendido llamadas de los vecinos. Solo en 2020 se dieron dos incendios en tres semanas (16 de febrero y 8 de marzo) que requirieron de su intervención y de la actuación de Bomberos. Los okupas se marcharon, pero volvieron al día siguiente, desprecintaron el acceso y se quedaron.
Los afectados también se han dirigido al Ayuntamiento, donde les han indicado que se trata de un inmueble privado donde no pueden actuar.
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