La nueva imagen de San Isidro recorre los campos de Badajoz en un domingo espléndido

Destacaba Rafael Crespo, el hermano mayor, que la nueva imagen pesa unos 55 y 60 kilos, muy por debajo de los 200 que pesaba la que han venido sacando hasta ahora y que seguirá expuesta en el interior de la ermita. «Los hermanos vamos cumpliendo años y ahora nos va a resultar más sencillo portarla en la procesión».

La salida de San Isidro por los campos que rodean a la ermita se inició tras concluir la misa extremeña, en la que participó la Asociación de Coros y Danzas de Badajoz. «Este domingo hemos venido el grupo titular y el infantil, en total unos 50 componentes», destacaba Noelia Aparicio.

Durante la misa interpretaron las canciones que tienen preparadas para este tipo de actos religiosos, pero al terminar tiraron de repertorio tradicional y bailaron ante el santo la Jota de la uva y el Fandango extremeño.

El colorido de sus trajes y la alegría de sus bailes fueron muy apreciados durante una celebración que fue oficiada por el capellán de la hermandad, Antonio León, quien pidió al santo «por las necesidades del mundo rural, porque sabemos que hay pueblos que se están quedando solos y en los que existen necesidades básicas importantes».

Sus palabras fueron escuchadas por los romeros que llenaban el atrio de la ermita, donde se veía a muchos de los componentes de una hermandad que cuenta en la actualidad con 60 hermanos.

Destacaba Rafael Crespo que con la ayuda que han recibido este año de la Concejalía de Cultura la hermandad terminado de pintar el interior del templo, por lo que la ayuda del próximo año piensan dedicarla al repintado de las rejas que rodean el atrio de la ermita.

Ignacio Gragera, alcalde de Badajoz, no quiso perderse los actos centrales de la romería y acudió a San Isidro con una mascarilla para intentar protegerse de los pólenes que abundan estos días en Tres Arroyos.

Junto a él se encontraban varios miembros de su equipo de Gobierno. «Hemos querido acompañar a la hermandad porque esta tradición no se debe perder».

En torno a la ermita dos agentes de la Policía Local controlaban la circulación en las zonas más próximas, pero se echó de menos la presencia de la Guardia Civil en la carretera, donde la entrada y salida de vehículos era constante en esas primeras horas de la mañana.

Tras la procesión, los romeros se repartieron por el encinar que rodea a la ermita y también al otro lado de la carretera, donde había sido colocada una caseta que servía bebidas y comidas.

Lamentaba Francisco Suárez, romero desde hace décadas, que se haya perdido «la gran romería que teníamos en Badajoz, con caballistas, puestos, casetas y un punto de socorro». «Ahora no hay nada, a esta romería venía mucha gente de todas partes pero ahora no hay nada».

Esa sensación era compartida por José Luis Cabrera, que junto a sus hermanos Joaquín, Juan Manuel y María caminaron a la ermita desde Badajoz. «Por lo menos hace 20 años que no venimos y nos hemos llevado una decepción grandísima, no había nadie por la carretera».

Pero aunque la romería a pie se ha perdido, el parque de Tres Arroyos sí recibió muchos visitantes que llegaron a bordo de sus vehículos para disfrutar de un domingo en el campo. «A mí me encanta venir por el buen ambiente que me encuentro. Lo pasamos bien, nos reímos y disfrutamos de buena comida», decía Paco Remedios 'el chupi', que cambió este domingo su restaurante en la Urbanización Guadiana por una hermosa encina bajo la que plantó una hermosa barbacoa.

«Yo he venido de Jabugo para conocer una romería distinta a la que se celebra en mi pueblo», explicaba Matilde Domínguez, que siguió la misa desde una de las carpas que colocó el Ayuntamiento. «El día de sol está siendo espléndido», añadía feliz.