El primer día del colegio más grande de Extremadura
A falta de terminar las aceras exteriores y hacer remates dentro, el centro ha recibido esta mañana a sus 590 alumnos
Con alfombra roja, globos y entre aplausos. Así fue este viernes el estreno del nuevo curso escolar en el colegio más grande de Extremadura, el del barrio del Cerro Gordo en Badajoz. En lugar de políticos y otros cargos institucionales, los encargados de inaugurar el centro fueron los 590 alumnos que, con los nervios a flor de piel, descubrieron cómo era por dentro su nuevo colegio y conocieron a sus nuevos profesores y compañeros.
Ni una lágrima, al contrario, la alegría de niños, familias y del propio equipo docente fue la nota común en la puesta de largo de un colegio esperadísimo en el barrio.
No está terminado, al mismo tiempo que los niños iban entrando por turnos a sus nuevas clases, había trabajadores llevando cajas de un lado para otro, limpiando las enormes cristaleras del edificio, dándole el último pase al suelo del pasillo central o colocando el material en las aulas. Si bien, las clases estaban preparadas para esa primera toma de contacto que representó el primer día de clase.
Fuera también falta por rematar el acerado, por lo que aún hay materiales apilados en los dos acceso al centro, y los profesores tendrán que buscar aparcamiento durante un tiempo porque aún no está terminado el garaje, pero de eso este viernes no se preocuparon las familias que, aliviados, comprobaron que el colegio abría sus puertas.
«Estas últimas semanas veníamos paseando todos los días para ver cómo progresaban las obras. Nos preocupaba que no estuvieran terminadas, pero al final lo han conseguido», decía Cristóbal Gamero en la puerta, mientras esperaba que sus dos hijas de 6 y 9 años entraran en su nuevo colegio. Tenerlo en el barrio les facilita la vida, reconocía. «Hemos tardado cinco minutos andando despacio desde casa, no tiene nada que ver con el curso pasado que teníamos que levantarlas mucho más temprano para que cogieran el autobús a su colegio anterior».
Aunque sin poder ver el resultado, ya que por el protocolo covid se ha impedido el acceso de los padres al centro, las familias estaban felices porque tras más de una década de lucha han visto cumplido su deseo de tener el colegio en su barrio.
Adiós al autobús
«No hemos podido entrar, pero hemos visto algunas fotos que nos han mandando y tiene muy buena pinta, aunque lo más importante es que funcione», decía Ana Santa, tras dejar a su hija de 8 años en el nuevo centro. El hecho de tenerlo en el barrio supone para ella un ahorro de tiempo y dinero. «El año pasado iba al colegio Enrique Iglesias (en San Roque) y, como el autobús escolar no funcionaba bien, decidí llevarla y recogerla todos los días y eso al final de mes repercute en lo que te gastas y en el tiempo que inviertes».
La mayoría de los alumnos que empezaron el curso este viernes en el nuevo colegio venían de otros centros de San Roque. Para ellos, todos es nuevo, aunque a la mayoría de sus compañeros los conocen porque son los mismos con los que juegan en el barrio.
«Las sensaciones son buenas, con muchísima ilusión y muchísimo trabajo previo. Lo vamos a dar todo»
ismael gómez
Director del colegio
El colegio del Cerro Gordo es el número 28 de la ciudad y ese será su nombre hasta que el consejo escolar decida bautizarlo. Al frente del centro está Ismael Gómez Gutiérrez, que desbordaba entusiasmo, al igual –dijo– que el resto del claustro de profesores, 47 en total, de perfil muy joven, sobre el que dijo «que lo va a dar todo».
«Las sensaciones son buenas, con muchísima ilusión y muchísimo trabajo previo. Sabemos las dificultades que hay cuando se comienza algo nuevo, pero ver las caras del alumnado, cómo entran y su ilusión ha sido muy emocionante», describió el director.
De él dependerán los 590 alumnos con los que el colegio del Cerro Gordo empieza a escribir su historia educativa en Badajoz. Se han repartido en 28 clases, la mitad con alumnos de Infantil y la otra mitad con alumnos de Primaria. El lunes, confirmó el director, ya funcionará el comedor y el aula matinal.
El centro ha costado 4,5 millones de euros. En la planta baja van las aulas de Infantil, las zonas comunes, el gimnasio, el comedor, la biblioteca, sala de usos múltiples y los espacios administrativos; y en la primera, las aulas de Primaria y sala de usos múltiples. Fuera, tiene un patio, arenero, huerto (aún sin sembrar) y dos pistas polideportivas.
