Una mujer se enfrenta a 11 años de cárcel por inducir a la prostitución a una joven en Badajoz
Le pagó el viaje a España tras ofrecerle un trabajo, pero al llegar a Badajoz le dijo que debía pagar la deuda manteniendo relaciones con clientes
e. f. v.
Badajoz
Jueves, 2 de septiembre 2021
Una mujer de nacionalidad colombiana será juzgada este mes por la Audiencia Provincial de Badajoz por un presunto delito de trata de seres humanos e ... inducción a la prostitución del que fue acusada por una compatriota a la que habría obligado a ejercer la prostitución en Badajoz tras prometerle un trabajo en España.
La Fiscalía propone para estos delitos más de diez años de prisión, pena a la que se sumaría otro año de cárcel para esta acusada por simular una relación con una mujer que a la que realizó pagos periódicos para poder inscribirse en el registro de parejas de hecho y obtener así el permiso de residencia.
En el escrito de acusación realizado por la Fiscalía de Badajoz se explica que la acusada, de nacionalidad colombiana y con antecedentes penales en España, se ganó la confianza de una joven en Barranquilla (Colombia) prometiéndole de forma mendaz un trabajo.
Para conseguirlo, ambas viajarían juntas a España, encargándose la acusada de la compra del billete y de todas las gestiones necesarias.
De este modo, adquirió los billetes de avión y contrató un hotel para alojarse en Madrid. Además, facilitó a la perjudicada 1.000 euros, así como una chaqueta negra, unas zapatillas de tenis de color blanco y dos cadenas de oro para que pudiera aparentar en los controles aduaneros una buena presencia y tener solvencia económica. Igualmente le dio indicaciones de cómo debía contestar y comportarse para eludir cualquier dificultad aparentando ser una turista, puesto que de ese modo ambas podrían ingresar en España sin problema alguno.
El gasto que realizó la ahora acusada ascendió a 1.440 euros, cantidad que no incluía el dinero en efectivo que le prestó.
Finalmente, ambas viajaron desde Bogotá a Madrid a comienzos de 2018 pero tan pronto como superaron el control fronterizo del aeropuerto la acusada le quitó a la víctima las cadenas de oro y un neceser, exigiéndole la devolución inmediata del dinero que le había prestado.
Durante las tres horas que permanecieron en el aeropuerto la víctima estuvo dormida a consecuencia de las pastillas que la acusada le había facilitado durante el vuelo. Esa espera tenía una justificación: la acusada esperaba la llegada de un vuelo posterior en el que viajaba otra ciudadana colombiana a la que también le había comprado el billete de avión. Pero en este caso no superó el interrogatorio al que fue sometida en el control fronterizo y fue deportada de regreso a Colombia.
A continuación, ambas se desplazaron hasta la ciudad de Badajoz, donde le reveló a la perjudicada que para devolverle la deuda contraída tendría que ejercer la prostitución. Para ello, le hizo un reportaje fotográfico en el que aparecía semidesnuda, colgándolo en una web de citas en la que ofrecía sus servicios sexuales junto a un teléfono que siempre tuvo en su propiedad la acusada.
De ese modo era ella quien controlaba las llamadas de los clientes, las citas, las tarifas y los pagos, quedándose directamente con la mitad de esas cantidades, y también con la otra mitad como pago de la deuda y por la manutención de la víctima. La perjudicada no recibió por tanto cantidad alguna durante el tiempo que estuvo en Badajoz.
Finalmente, aprovechó un descuido para abandonar de forma precipitada la vivienda, en la que dejó sus pertenencias.
La huida fue posible porque un cliente se compadeció de su situación y le facilitó el dinero necesario para viajar en autocar a Madrid tres días después de aterrizar en España. De ese modo, pudo denunciar los hechos en el propio aeropuerto.
La Fiscalía considera que la acusada cometió un delito de trata de seres humanos con fines de explotación sexual y un delito de inducción al ejercicio de la prostitución en concurso ideal con un delito de aprovechamiento lucrativo de la prostitución ajena. Para el primer hecho propone siete años de prisión y para el segundo, tres años y medio de cárcel y una multa de 5.400 euros (18 meses a razón de 10 euros diarios).
En el escrito de acusación también se indica que con la finalidad de regularizar su situación administrativa en España, la acusada convino realizar pagos dinerarios periódicos a una ciudadana española de origen colombiano para simular una relación de pareja que les permitiera inscribirse como pareja de hecho. De ese modo logró regularizar su situación en España y consiguió un permiso de residencia que ha quedado extinguido por haber existido fraude de ley.
De este tercer delito se acusa tanto a la principal acusada como a la mujer que se prestó a simular esa relación. Ambas serán juzgadas por un supuesto delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros por favorecimiento de la inmigración ilegal en el que concurre el ánimo de lucro, Para cada una de ellas se pide un año de prisión.
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