Las monjas de Las Descalzas harán una colecta para sustituir la vidriera que fue apedreada
Será los días 14 y 15 de agosto y el diseño de la nueva vidriera, que han hecho las propias clarisas, se expondrá en el convento pacense
La monjas del convento de Las Descalzas han organizado una colecta para los días 14 y 15 de agosto, con el propósito de recaudar fondos que les ayude a sustituir la vidriera vandalizada en septiembre del año pasado.
El convento fue atacado durante la madrugada del 21 de septiembre de 2021 por alguien que lanzó un objeto contundente contra el convento, provocando la fractura de una de las vidrieras de la fachada.
La falta de fondos de las Clarisas Descalzas ha impedido que en este tiempo hayan podido restituir la pieza. «Deseamos reponer esta ofensa en el lugar donde diariamente está el Señor y se celebra la eucaristía», expresan las hermanas.
También quieren atender el deseo de los fieles de colaborar para que se reponga la vidriera. Para ello, han organizado una colecta extraordinaria los días 14 y 15 de agosto en la misa de 12.30 horas y también pueden entregarse donativos en el torno de las monjas, que está por la calle José de Gabriel. «Nosotras no podemos atender ese coste, no tenemos medios. Sabemos que en agosto la gente está de vacaciones y también que hay gente que lo está pasando mal, pero agradecemos la generosidad de quien pueda ayudarnos».
Han sido las propias hermanas quienes han hecho el diseño de la nueva vidriera, cuyo motivo principal hará alusión a la eucaristía. La idea de las monjas es que puedan exponer el boceto en la puerta de la iglesia durante los días de la colecta, con el fin de que quienes vayan a colaborar sepan qué es lo que van a hacer.
Las hermanas necesitan fondos tanto para encargar la nueva vidriera como para sufragar el coste del montaje del andamiaje y la grúa que precisarían para colocarla en la fachada. Por ello, la idea que tienen es que si en la colecta de agosto no recaudan dinero suficiente, la repetirían en septiembre, cuando muchos fieles ya están de vuelta de las vacaciones.
El ataque vandálico que fracturó la vidriera se produjo en plenas obras de rehabilitación de la fachada del convento de clausura para recuperar su aspecto original. El daño coincidió con la polémica suscitada entre algunos colectivos por la retirada de la reja de forja y el tejadillo que adornaban el altar cerámico de la Virgen de la Amargura de la fachada. Las hermanas clarisas, pese a denunciar ante la policía el ataque, nunca relacionaron estos dos hechos.
