Menacho afronta pesimista unas rebajas con poco público y poco presupuesto

También se suma que ha coincidido con el puente de San Juan y con final de mes, factores que según Retamar no han remado a favor de las tiendas del centro. La falta de clientes se ha mantenido en el arranque de esta semana, con poca gente y de paso, por lo que confían en que este fin de semana sea el despegue de las rebajas en el centro.

No obstante, la temporada de descuentos la afrontan con pesimismo. Las previsiones arrojan cifras de ventas negativas con respecto al año anterior. «Otros años han empezado con más fuerza. Las expectativas de este año son inferiores, calculamos que las ventas estarán dos puntos por debajo del año anterior».

La oferta tampoco será tan tentadora para los compradores porque las tiendas han medido mucho su estocaje. «No hay mercancía en los almacenes porque viendo cómo fue la temporada anterior, los comerciantes no han comprado con la misma alegría y, por tanto, las rebajas no van a ser tan agresivas».

Retamar que, pese a los varapalos que lleva soportando Menacho en los últimos años, siempre ha procurado mantener la moral alta de los comerciantes, ayer reconocía que entre los negocios de la principal calle comercial del centro «no hay mucho ánimo».

A la contención de gasto por la subida general de los precios, se suman unas previsiones económicas para otoño desalentadoras, porque auguran una caída en picado del consumo. «Esto afecta sobre todo a los comerciantes de ropa y zapatos que están muy reticentes a la hora de traer mercancía», reconocía.

El panorama en Menacho no ha mejorado mucho. Han abierto cuatro pequeñas tiendas vinculadas al sector servicios, pero los locales grandes que dejaron vacías las franquicias siguen sin ocuparse. «Estamos a la espera de ver si se firma la operación del gimnasio en el local de Zara».

Los trámites para que la firma de centros deportivos de la que es imagen Cristiano Ronaldo desembarque en Menacho están despejados por parte del Ayuntamiento que, según Retamar, está dispuesto a autorizar el cambio de uso del local de comercial a servicios. También está resuelta la demanda de aparcamiento que había hecho la franquicia con los parkings próximos. Pero falta la firma y esa incertidumbre, dice Retamar, les resta optimismo.

«El negocio es viable y las expectativas son buenas porque un gimnasio abierto de ocho de la mañana a doce de la noche dejaría un flujo de personas en la calle que animaría el comercio y atraería la llegada de casas de deportes y material deportivo».