Los maceteros de San Andrés en Badajoz no evitan que los coches aparquen en la acera
Turismos y camiones estacionan entre los árboles recién instalados en la plaza de Cervantes y los peatones tienen que andar por la calzada
Hace dos semanas que se instalaron 16 maceteros en la plaza de Cervantes, aunque en realidad se parecen más a las columnas de hormigón de un aparcamiento porque es el uso que le han dado los conductores pacenses. Estos adornos tenían como objetivo impedir que los coches invadiesen las aceras de San Andrés, pero ha sido un fracaso. Cada día decenas de turismos y camiones aparcan entre los maceteros invadiendo la zona peatonal. Los vecinos se ven obligados a caminar por la calzada.
El 28 de septiembre de 2019 finalizó la obra de instalación de la plataforma única en la plaza de Cervantes. El Ayuntamiento de Badajoz invirtió 400.000 euros de fondos europeos para eliminar los bordillo en San Andrés, López Prudencio, San Blas y un tramo de Arco Agüero.
La reforma supuso eliminar 25 plazas de aparcamiento de San Andrés, aunque el Consistorio pacense descartó la opción de hacer peatonal la zona. Los vecinos habían solicitado que el tráfico se restringiese a los residentes, como en Menacho y Francisco Pizarro, pero no fue así. Desde el primer día que la obra se abrió al público, los coches comenzaron a aparcar en las aceras y en estos dos años ha continuado. La Policía Local acude en ocasiones a sancionar a los infractores, pero no ha logrado acabar con estos comportamientos. Además del peligro que supone para los peatones, que ven invadidas las aceras, el Consistorio pacense ya tuvo que sustituir varias losetas de granito de la plaza que se habían partido por el peso de los coches.
La situación ha provocado incluso enfrentamientos entre los vecinos y los conductores que aparcan en las aceras
«Yo creo que la única solución es sancionar a diario. Hay coches constantemente. Si te sientas en la plaza, ves cinco o seis coches todo el rato. Eso es que no pasa la policía porque, si lo hiciesen, la gente no aparcaría. Tendría miedo a las multas», asegura Dolores Sáenz, vecina del Casco Antiguo que está indignada porque hace unos días tuvo un enfrentamiento con uno de los infractores. «Estaba con el carrito de la compra, me paré para mirar una cosa y viene un coche, te lo prometo, y me hace el gesto de que me aparte, que iba a aparcar. Le dije que no, que estaba en la acera y me pitó y todo. No me quité, pero no creas que se asustó. Dio la vuelta y aparcó mal enfrente. Así, a diario».
De 26 árboles a 16 macetas
Cuando finalizó la instalación de la plataforma única, hace más de dos años, quedó pendiente la renovación del ajardinamiento de San Andrés. El proyecto original contemplaba 26 árboles en sus alcorques, pero finalmente no se instalaron. Solo se sacaron 16 puntos de riego para poner maceteros. «Lo han hecho mal y ahora hay que buscar una solución. Yo pondría bolardos entre las macetas y en las esquinas porque los coches se pegan a las paredes y se van a llevar a alguien por delante», se lamenta Rubén Núñez, otro residente.
«La gente simplemente no ha aceptado que no se puede aparcar ya en San Andrés. Que deben ir a dejar su coche en otro sitio y venir andando», añade Rocío Peña, que denuncia que el peor momento son los 28 de cada mes. Es tradicional que los fieles visiten a San Judas en la iglesia de San Andrés y se llegan a ver hasta 15 coches aparcados sobre las aceras.
Otro de los problemas es que no hay zona de carga y descarga, aunque hay una cercana en Plaza de España. Aunque en Cervantes solo hay tres negocios, en ocasiones coinciden hasta cinco camiones descargando material.
Luis Pacheco, representante de la plataforma SOS Casco Antiguo, denuncia que «de un buen proyecto, ha salido una mala ejecución». Esta asociación fue la promotora de la reforma de la plaza junto con la Cívica, Amigos de Badajoz, Apamex y la Asociación de Vecinos. Sin embargo denuncian que el Consistorio no ha tenido en cuenta problemas que ya les advirtieron, como contar con zonas de carga y descarga».
Pacheco señala que ellos pidieron que hubiese 32 alcorques para naranjos. «Estaban pensados para proteger al peatón y devolver la sombra a la plaza porque iba a reducirse en el empedrado». «Estaban medidos, entraban, y por la distancia entre ellos impedían, no solo que un camión aparcase como pasa ahora, sino cualquier coche».
«Tal y como está terminada la plaza tenemos motivos para pensar que se hizo sin ningún plano topográfico ni asistencia técnica ni nada que se le asemeje. No está bien hecha», se lamenta Luis Pacheco, que pide al actual concejal de Vías y Obras, Carlos Urueña, que aunque el proyecto no fuese suyo, ya que se incorporó después a la concejalía, lo atienda ahora para dar una solución a San Andrés.
Pacheco advierte del peligro que supone y que el año pasado ya hubo un susto porque a un camión aparcado en la acera se le fue el freno de mano y se fue contra la valla cuando en la zona había numerosos clientes de un bar cercano.