Las lluvias retrasan el final de las obras de urbanización de Ricardo Carapeto en Badajoz

Ese es el cálculo que maneja estos días el jefe de obras de la empresa Sebastián Sevilla, encargada de llevar a cabo el proyecto que le encomendó el Ministerio de Fomento para convertir en tramo urbano la parte final de la avenida Ricardo Carapeto de Badajoz.

Los trabajos fueron adjudicados por un importe próximo a 1,4 millones de euros en mayo de 2023, pero la obra se puso en marcha en marzo de 2024 con la previsión de que estuviese concluida en junio de 2025

Sobre el papel, la empresa tiene hasta 4 de junio para terminar, pero el rápido avance en los primeros seis meses de obras parecía apuntar hacia un sensible recorte en los plazos. Tanto, que la empresa avanzó la posibilidad de que la actuación estuviese lista para finales de 2024. Incluso habló de diciembre.

Pero esa optimista previsión ha decaído y en estos primeros días de enero el jefe de obras confirma que si todo marcha bien el tramo podría estar listo en marzo de este año, un plazo de no es definitivo porque podrían surgir nuevos inconvenientes. «En realidad tenemos hasta el 4 de junio para terminar».

A estas alturas ya se observan avances importantes en el tramo más próximo a la rotonda con forma de ocho en la que se encuentra el restaurante McDonald's. En esa zona ha sido colocada la nueva acera y también es visible el espacio reservado al carril bici que permitirá a los ciclistas cruzar este vial para continuar por el carril ya construido que rodea el pabellón deportivo Nuria Cabanillas, gira después a la derecha por la avenida Eugenio García Estop y baja hacia Ricardo Carapeto dejando a la derecha la piscina de verano de San Roque.

El plano situado al inicio de esa obra muestra con claridad que el nuevo vial no tendrá carril bici aunque sí plazas de estacionamiento perfectamente delimitadas en lo que antes eran arcenes de tierra.

Desde la empresa se explica que en el tramo alto de la obra solo queda pendiente hormigonar el carril bici y extender la capa de asfalto. «Después habrá que colocar las farolas, pero eso lleva poco tiempo», avanza el jefe de obras.

Más retrasado está el tramo bajo, que en tres ocasiones se ha inundado durante el otoño y el invierno pasados. Esa acumulación de agua generó una capa de lodo sobre la que ha tenido que actuar la empresa en sucesivas ocasiones, lo que ha conllevado una ralentización de los trabajos.

Esa circunstancia hace que todavía esté pendiente la colocación de la tubería, la construcción de las aceras y la creación de los bordillos. «Después habrá que extender la capa de zahorra y asfaltar, pero realmente el asfaltado se puede hacer en un par de días, es un proceso bastante rápido», avanza el jefe de obras.