Investigado por utilizar una jaula trampa para cazar en una finca de Montemolín
El dueño supuestamente quería capturar a las alimañas que le causaban daños y tenía un trozo de embutido a modo de cebo y un cepo metálico
Miriam Rubias
Viernes, 19 de abril 2024, 16:44
La Guardia Civil ha instruido diligencias como investigado a un vecino pacense dueño de una finca de Montemolín por un presunto delito contra la flora y fauna. Según informan los agentes, habría ejecutado métodos de caza de carácter no selectivo, no autorizados para la captura de animales silvestres, ya que pueden afectar indiscriminadamente a gran cantidad de especies.
El responsable, dueño de la finca, supuestamente instaló una jaula trampa para evitar los daños que provocaban las alimañas. Esta se activaba con un trozo de embutido a modo de cebo próxima a un cepo metálico, que tenía la finalidad de apresar animales y darles muerte.
A mediados del pasado mes de marzo, los agentes de la Patrulla del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil de Fuente de Cantos realizaban el servicio para prevenir la caza furtiva. Entonces localizaron en un coto deportivo de caza del término municipal de Montemolín dos lazos desactivados junto a una jaula vacía de las comúnmente conocidas para el uso con reclamo.
Los agentes de Seprona inspeccionaron el terreno de manera exhaustiva, ante las sospechas de que se estuvieran llevando a cabo acciones delictivas con el uso de métodos ilegales para la captura de animales. Fue en una nave anexa a este inmueble, donde hallaron un cepo metálico activado próximo a una jaula trampa que contenía en su interior a modo de cebo un trozo de embutido, supuestamente con el objetivo de atraer y capturar animales silvestres.
Delito contra la fauna
Con las gestiones practicadas durante el transcurso de la investigación, los agentes pudieron identificar al responsable de su instalación. Era el titular de la finca, vecino de Badajoz.
El Instituto Armado recuerda que el hecho de cazar o capturar especies silvestres sin estar legalmente autorizado con este tipo de artes prohibidas (jaulas trampas y cepos), consideradas de carácter no selectivo por afectar indiscriminadamente a distintas especies, puede ser constitutivo de un delito contra la fauna.
Ante las pruebas incriminatorias, el pasado fin de semana se le instruyó diligencias que han sido entregadas en el Juzgado de Instrucción de Zafra.
