Una investigación en Badajoz reabre la Real Botica de Madrid

La Real Botica, que se fundó al tiempo de la llega de la Casa de los Austrias a España, fue el origen de la figura del boticario como un equipo estructurado. «Hasta entonces habían estado presentes en la Corte de los Reyes Católicos, pero no fue hasta esta época cuando formaron su propia estructura», explica el presidente del colegio de farmacéuticos de Badajoz, Cecilio Venegas, que ha sido uno de los que ha impulsado la investigación para recopilar el instrumental de todos los colegios de España e impulsar la reapertura de la Real Botica.

«Repasar la historia de la farmacia es repasar la historia general de España», explica Venegas que subraya que el papel que juega Extremadura en el ámbito de la botica es fundamental. «Hay que tener en cuenta que en la región estuvo la capital de la Hispania romana. Por no hablar de la gran botica de Guadalupe, que sirvió de ejemplo a la botica del Escorial», afirma.

Un recorrido por fármacos, plantas medicinales, boticarios de renombre e instrumental que quedará recogido en la Real Botica y para el que Venegas, junto a otros compañeros investiga desde hace cinco años.

Su trabajo ha consistido en unificar el inventario histórico que poseen los colegios farmacéuticos de cada región, una tarea en la que comenzó a trabajar junto a otros compañeros en 2019.

Fue una exposición que Venegas visitó en Jaén junto al presidente del consejo general de Farmacéuticos, Jesús Aguilar, lo que les motivó a sacar adelante este proyecto. «Muchos colegios tenemos un depósito de colección entorno a la historia farmacéutica. Contienen aparatos de laboratorio, utensilios históricos y botámenes, que eran los frascos en los que se almacenaban los medicamentos», explica.

Esta visita fue lo que hizo a la comisión de Patrimonio Histórico Farmacéutico, de la que Cecilio Venegas es vicepresidente, trabajar para unificar un inventario común. «Este trabajo nos ha permitido unificar todas las colecciones bajo ficha única, hemos registrado el material que hay en toda la península», comenta.

Estos inventarios servirán para reabrir la Botica Real de Madrid. «Es un lugar que cuenta con muy buenas colecciones. Aquí se atendía a las personas de la corte y funcionarios de primer nivel. Era donde se llevaba a cabo la actividad científica más importante del siglo XVIII y XIX».

Para recuperar este patrimonio histórico ha sido fundamental la elaboración de los inventarios, donde aparece el material de cada etapa de la historia.

Pese a que la región cuenta con restos de utensilios farmacéuticos muy primitivos, los más antiguos que se han hallado están en Huelva y son de origen tartésico.

La aportación extremeña es más avanzada en el tiempo, sus elementos más importantes son de la época romana. «La presencia romana dejó huella en la forma de curar a sus heridos. Y esto ha quedado recogido en el Museo Nacional de Arte Romano», señala el investigador.

Espátulas, material de vidrio, pinzas, cauterios o anzuelos, que se utilizaban para meter dentro el mercurio con el que se curaban las heridas, son algunos de los elementos recogidos por el Colegio de Farmacéuticos de Badajoz. «El mercurio sirvió para curar la sífilis y otras heridas», comenta Venegas, que subraya la el valor de estos utensilios para la investigación histórica.

El descubrimiento de América, también tuvo mucho que ver en la evolución de la farmacia, y así quedará recogido en este museo. «Se comenzaron a utilizar nuevas plantas medicinales. De ahí la importancia de la botica de Guadalupe que significa una importante aportación a la investigación», aclara Venegas, que hace referencia también a la de Yuste como otro de los centros de referencia a la historia de la botica en Extremadura.

La investigación llevada a cabo por el Consejo Farmacéutico Español también ha creado un diccionario biográfico de farmacéuticos españoles. En esta guía se recogen alrededor de 3.500 fichas con los datos de los farmacéuticos más relevantes, incluidos los árabes. «No fue hasta el siglo XVIII la figura del boticario comenzó a introducir los temas de botánica y de química».

En Badajoz destacaron los Camachos. Estos boticarios elaboraban medicamentos en sus reboticas para venderlos a otras farmacias, explica Venegas. «En la ciudad se elaboró mucha de la quinina que se empleó en el ejército de África en la guerra de los años 20 del siglo pasado».

Una recopilación histórica que Venegas ha realizado junto a la comisión de Patrimonio Histórico Farmacéutico con el objetivo de poner en conocimiento de la sociedad y de la que quedará constancia en el futuro museo de la Real Botica.