El Hospital Provincial convierte nueve ventanales en puertas de acceso

Las obras, que se ya se pueden ver frente a Catastro en la calle Manuel Fernández Mejías, consisten en convertir grandes ventanales en puertas. A esta zona dan desde el patio de los pozos, aunque las obras se ven mejor desde el exterior. De momento, los operarios actúan en tres ventanales. Pero en total serán seis los que van a convertirse en puertas de evacuación.

En la fachada de la plaza de San Atón se crearán tres accesos: dos mediante la ampliación de puertas existentes y uno nuevo, resultado de la conversión de dos ventanas contiguas situadas junto a la esquina con la plaza de Minayo.

Así, facilitarán el tránsito de clientes de los bares que se han habilitado en esa galería. De hecho, ya hay veladores en San Atón, cuyos clientes y camareros solo pueden usar una puerta. Pero las puertas no solo estarán destinadas a quienes usan los veladores, dado que quieren que los pacenses incorporen el edificio como zona de paso habitual.

La fachada hacia San Atón tal como la conocemos hoy es fruto de la gran remodelación que se hizo en los años 80, por lo que ni es de gran valor ni su protección patrimonial es alta.

Esta portada a la que dan los quioscos de bebidas era antes de la reforma una pared medianera con otros edificios (como el seminario). El entonces arquitecto provincial José Mancera creó esta fachada y amplió el edificio en altura. Lo replicó también hacia la actual calle Sor Agustina y creó el resto de fachadas que imitaban a la original que da hacia la Plaza de Minayo. Es decir, que la trasera que da hacia Manuel Fernández Mejías tampoco tiene una protección urbanística o patrimonial destacada.

Las nuevas puertas son un paso en la rehabilitación del edificio. Poco a poco, la Diputación va extendiendo las obras para recuperar su parte del inmueble. La institución provincial solo posee ya la mitad más antigua, cuya planta baja rehabilitó, creó los bares y está abierta a los pacenses con conciertos y exposiciones. Hace solo unos días, inauguró la escalera noble y una musealización para comprender mejor la historia del edificio del siglo XVIII.

Esa escalera de mármol adornada con murales lleva a una puerta cerrada. La primera planta es titularidad del Sexpe desde hace tres años. De los 4.600 metros que tiene esta altura, habilitarán 2.800 metros cuadrados como centro de orientación de empleo (un nuevo recurso en la ciudad) y como oficina central, donde trasladarán la de Juan Carlos I. La redacción del proyecto está adjudicada, pero de momento no se ha sabido más de estas obras.

Esta planta va a contar con un acceso propio, dado que está previsto que se reforme una entrada en la esquina de la calle Manuel Fernández Mejías y Sor Agustina (frente a la ONCE). Esta entrada contará con una subida directa al futuro centro de orientación.

Pero aun así se espera un trasiego intenso del edificio hacia las plantas superiores porque la segunda y la tercera se transformarán en 61 despachos que usarán distintos servicios de la Diputación. La previsión es que allí trabajen unas 120 personas y estos tendrán que usar todas estas puertas que ahora se abren.

La otra parte del edificio fue cedida a la Junta de Extremadura, que van a tener que derribar y volver a construir por su mal estado estructural. Ahí habilitarán el centro de salud de Los Pinos y la Escuela Oficial de Idiomas.

sd