La guerra de clanes de Badajoz que ha saltado a Cáceres
Un tiroteo en 2019, otro en 2020 y la pelea en los juzgados relacionan a las familias de los detenidos en Badajoz y la víctima del intento de asesinato en Cáceres
El pasado mes de abril, un hombre resultó herido de bala en un tiroteo en el Polígono Ganadero de Cáceres. El suceso causó gran revuelo ... y sorpresa en una zona habitualmente tranquila. Aún más sorprendente fue que solo 103 días después volvieron a disparar ante la misma vivienda en el mismo barrio. Esos incidentes provocaron la semana pasada la detención de 12 personas (cuatro de ellas han ingresado en prisión) y detrás de todo está una larga y encarnizada batalla entre dos clanes de Badajoz cuya violencia ha saltado a Cáceres.
Según el auto judicial, la hipótesis de la investigación es que los dos tiroteos que tuvieron lugar en abril y en julio en Cáceres fueron ambos con el mismo objetivo, acabar con la vida de un hombre de Badajoz que estaba en una vivienda del Polígono Ganadero. El documento lo señala como el líder de uno de los clanes y a los que atentaron contra él como la otra familia y parientes del hombre asesinado en febrero en el bar Vaquerizo (Badajoz).
Las diligencias son por homicidio en grado de tentativa además de pertenencia a organización criminal, robo con violencia y tenencia ilícita de armas.
La investigación se centra en los dos tiroteos de Cáceres, especialmente en el de julio, del que hay una grabación, pero también cita incidentes anteriores.
Tres intentos de asesinato
El primer suceso relacionado con esta guerra entre familias es un intento de asesinato en Suerte de Saavedra. La víctima es la misma, el hombre que en abril y julio se refugiaba en una parcela del Polígono Ganadero de Cáceres cuando fue tiroteado. Es decir, que en cinco años sus rivales han tratado de acabar con su vida, al menos, tres veces.
Entonces tenía 27 años. El tiroteo fue el 3 de octubre de 2019 en la confluencia de las calles Olof Palme y Eduardo Naranjo. Según el escrito de la Fiscalía, tres hombres portaban una escopeta y un arma corta y buscaron a un joven de 27 años con el que habían tenido un incidente días antes. Lo encontraron dentro de un coche que estaba aparcado en esta zona.
El Ministerio Público mantiene que dispararon sobre este joven «con ánimo de acabar con su vida» cuando estaba en el vehículo. Logró salir y avanzar varios metros y volvieron a dispararle hasta que cayó al suelo y huyeron. A consecuencia de los disparos perdió un riñón y el bazo.
El juicio por este tiroteo de Suerte de Saavedra de 2019 se iba a celebrar el pasado mes de marzo, pero se suspendió. De los tres acusados solo compareció uno. Un segundo no se presentó (está en busca y captura) y el tercero era J. G. C., el joven de 34 años que fue asesinado en el bar Vaquerizo un mes antes. Este hombre, de una de las familias, estaba desayunando junto a su mujer cuando llegaron tres personas en un coche. Una de ellas metió el brazo por una puerta lateral del bar y disparó once veces, al menos cinco impactos lo alcanzaron y le causaron la muerte. No hay detenidos por el momento por este hecho.
En el verano de 2020 hay constancia de otro altercado con las mismas familias, en este caso en la calle Toledo de San Roque. Se produjo una pelea entre jóvenes en la que llegó a haber disparos, aunque no se registraron heridos de bala.
El principal acusado, según la Fiscalía, disparó contra un coche ocupado por cuatro personas. También fueron acusados los ocupantes del vehículo de tenencia ilícita de armas puesto que encontraron hachas y palos en el turismo en el que viajaban.
El caso iba a juzgarse en noviembre de 2023, pero el encuentro entre ambos clanes se convirtió en una reyerta en los juzgados de la avenida Colón de Badajoz. Siete personas fueron detenidas y dos resultaron heridas en lo que calificaron los testigos como una «batalla campal».
Las dos familias comenzaron a discutir en el recibidor del edificio que en ese momento estaba parcialmente ocupado por cajas y muebles, ya que comenzaba la mudanza a la nueva sede de los juzgados. Los implicados sacaron bates de béisbol y barras de hierro y se enfrentaron a golpes.
Tras este el siguiente suceso grave fue la muerte a tiros de J. G. C. en febrero de este año. Estaba desayunando junto a su mujer en el bar Vaquerizo y lo tirotearon. Se sabe que los implicados fueron tres hombres que llegaron en un coche blanco a la escena del crimen (fue localizado abandonado) pero no ha habido detenidos hasta el momento, La principal hipótesis es que fueron sicarios profesionales.
Curiosamente tres semanas después de su muerte este joven debía ir a juicio porque era uno de los acusados del tiroteo de 2019 en el que perdió el bazo y el riñón el supuesto líder de la otra familia. El juicio se suspendió, pero no por la muerte de J. G. C., sino porque no compareció otro de los acusados que está en busca y captura.
En abril de este año la violencia saltó de Badajoz a Cáceres con el primer tiroteo. El 2 de abril, un hombre de 35 años resultó herido por arma de fuego en un glúteo, según informó la policía. Hubo numerosas detonaciones. Según ha podido saber HOY, la víctima del disparo no era el objetivo de los atacantes.
En julio se repitieron las detonaciones de armas de fuego en el mismo lugar. Cuando la policía llegó, no encontró heridos pero localizó impactos de bala en la fachada de una vivienda y en un vehículo.
En julio se repitieron las detonaciones de armas de fuego en el mismo lugar. Cuando la policía llegó, no encontró heridos pero localizó impactos de bala en la fachada de una vivienda y en un vehículo. Este es el incidente del que hay grabaciones.
A raíz de estos dos tiroteos la Policía Nacional detuvo el viernes pasado en Badajoz (en San Roque y Los Rostros) a doce personas. La duda ahora es si será el final de los enfrentamiento o un capítulo más en esta guerra.
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