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Participantes en el taller de robótica del instituto de Montijo. :: HOY
Un grupo de niños de 13 años de Montijo diseña una visita virtual al Meiac

Un grupo de niños de 13 años de Montijo diseña una visita virtual al Meiac

El Instituto Vegas Bajas ha incorporado las nuevas tecnologías y la robótica en el recreo

Antonio Gilgado

Badajoz

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Lunes, 2 de abril 2018, 07:45

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Antonino Vara puso en marcha hace cuatro años el proyecto 'Edu Makers' en el IES Vegas Bajas de Montijo.

Durante los recreos, un aula se abre para construir robots y en grupo, los chicos desde primero de Eso hasta primero de bachillerato, van dando forma a sus ideas. «Son totalmente voluntarios. Vienen prueban, y se les gusta se quedan», explica el profesor de Educación Física.

Este año los talleres son jueves y viernes, participan 30 niños y tres profesores se encargan de guiarles.

Han conseguido un premio de innovación educativa que dan el Ministerio y la Fundación BBVA

Antonino siempre ha tenido un contacto muy cercano con los ordenadores. Su padre, informático de Caja de Extremadura, le inculcó igualmente la pasión por la robótica y ya en la universidad, cuando estudiaba Ciencias del Deporte, decidió matricularse en Informática para compaginar. No es un terreno nuevo para él y un día se le ocurrió que podría compartir con los alumnos del instituto su hobby.

Cuatro años después, con el taller ya consolidado, empiezan a ver los resultados. Los chicos participan y trabajan en un ambiente muy distendido. Totalmente diferente a una clase normal. En robótica no se les evalúa.

En los primeros años aprendieron a hacer pequeños motores con luces, muy parecido a los juguetes, pero han ido adquiriendo capacidades y ahora se ponen retos más ambiciosos. Se atreven con construcciones que puedan tener uso fuera del centro.

Este cambio, explica Antonino, es una motivación extra porque los niños ven que funciona lo que hacen. Se dividen el trabajo y cada uno se encarga de una parte. Hace poco construyeron una impresora 3D y en un futuro colaboraran con la asociación extremeña de robótica que fabrica manos a niños discapacitados. «Aquí se nota mucho la evolución. Al principio lo veían todo muy complicado, ahora ya se ven con posibilidades de hacer cualquier cosa».

También se sienten muy orgullosos del que idearon para el Meiac. Llamaron a los responsables del Museo y se ofrecieron para diseñar una visita virtual. Construyeron un robot con una cámara de 360 grados y pasaron una mañana grabando en el recinto. De todo este proceso se encargó un grupo de alumnos de 12 y 13 años. El material de rodaje los subieron a Youtube y cualquiera que visualice el vídeo ve el Meiac por dentro. La idea les gustó tanto que ya planean hacer lo mismo con el Museo Arqueológico de la Alcazaba, pero mejorando el robot utilizado.

Este afán por experimentar a través de la robótica les ha llevado también a lanzar dos globos sondas a la estratosfera para recopilar datos meteorológicos. Vieron en Internet que un grupo de estudiantes de secundaria lo había conseguido y ellos decidieron probarse. El globo de helio fue subiendo y ganando presión hasta que estalló. Colocaron dos sensores gps que con los localizadores pudieron localizar y rescatar los datos de medición que recogió durante el ascenso.

Con todos estos inventos ya a las espaldas, el profesor asume el reto de buscar iniciativas ambiciosas que mantengan la atención de los chicos. Ahora tienen en mente construir un reloj digital con luces leds para donárselo a algún centro de mayores. La idea es que se puedan ver bien los números y que cada hora la diga una voz pregrabada. Su gran obra, en la que todavía no han empezado pero quieren acometer a medio plazo, es construir un robot capaz de interactuar con las personas. «Sería lo más grande».

La intensa actividad robótica de este instituto de Montijo no ha pasado inadvertida. Este año han conseguido un premio de innovación educativa que dan el Ministerio y la Fundación BBVA por su capacidad para introducir la robótica entre los niños de secundaria. Para nosotros, explica el profesor, ha supuesto un espaldarazo de que lo estamos haciendo bien. La robótica ya se oferta como optativa en algunos centros.

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