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Valeria tiene 15 meses y laringomalacia. Es una enfermedad que le provoca inmadurez en el tejido de la laringe. El pronóstico es bueno, se suele ... superar al crecer, pero en su corta vida ha estado ingresada en el hospital cuatro veces, una de ellas en la UCI. Necesita revisiones médicas regulares para asegurarse de que no hay complicaciones. Sin embargo lleva cuatro meses sin pediatra, como el resto de los niños de Suerte de Saavedra.
Las familias afectadas están indignadas con la situación y se están coordinando para movilizarse por la falta de especialista en su centro de salud desde las pasadas Navidades, una ausencia que adelantó HOY. La Consejería de Salud de la Junta de Extremadura ha reconocido que esta vacante estará sin cubrir al menos hasta julio, cuando finalicen la especialidad cinco nuevos médicos. Para los padres sin embargo este plazo no es aceptable.
Eva María Nieto
Madre afectada
«En el mismo centro de salud te reconocen que va para largo. No puede ser, es una vergüenza que estemos sin pediatra», se lamenta Sonia Gómez, una madre que es usuaria de este ambulatorio. Gómez denuncia que este centro de salud «atiende a muchos niños. No solo de Suerte de Saavedra, también de La Pilara y otros barrios».
Gómez propone que el SES (Servicio Extremeño de Salud) les ofrezca al menos una solución temporal hasta que cuenten con un pediatra. «Hay centros de salud que tienen tres pediatras, nosotros ninguno. Que deriven a uno aquí un tiempo», pide.
Las familias afectadas denuncian que la situación que soportan los menores de Suerte de Saavedra desde hace meses es peligrosa. No hay nadie en la consulta de pediatría, ni siquiera se ha cubierto con un médico de cabecera. Por esa razón, cada vez que necesitan atención sus hijos les derivan a un médico distinto cada vez en otra consulta, «y en los huecos que les quedan», se lamenta María Méndez, otra madre afectada. «No sabe nada de tu hijo, se lo tienes que contar todo y al final para que te digan, que nos ha pasado a muchos, que mejor te vayas a Urgencias del Materno porque te tiene que ver un pediatra».
Muchas familias optan de hecho por acudir al servicio de Urgencias ante la patología de algún menor, por miedo a que no les atiendan debidamente en el centro de salud. Reconocen sin embargo que esta práctica pueda saturar el servicio.
Sonia Gómez
Madre afectada
«Ha habido familias que han tenido que consultar la medicación que tenían que tomar sus hijos en Internet porque el médico no sabía cuánto era para niños. Hay bebés de días esperando horas en la sala de espera con todos los adultos, que se pueden coger cualquier cosa. Yo he visto una madre salir del centro de salud llorando», se lamenta Sonia Gómez.
Ella explica que su hijo de siete años fue diagnosticado de TDHA recientemente y ahora debe acudir regularmente al pediatra, pero no lo consigue.
Se enteró de que no había especialista cuando pidió consulta por un constipado del menor. «Me dijeron que no había pediatra y que iba para largo», se lamenta. Ese día la derivaron a un médico de cabecera. «Llegamos a las diez menos diez y le atendieron a la una de la tarde».
«No podemos estar así y yo pienso pelear, no solo por mi hijo sino por los niños de este barrio. No creo que esto ocurriese en otro sitio de Badajoz», indica indignada. Esta y otras madres han presentando quejas ante el SES, pero no han obtenido respuesta. La única novedad que han tenido respecto al pediatra del centro de salud es lo que han leído en la prensa.
Eva María Nieto es la madre de Valeria, la niña de 15 meses con laringomalacia. Dada su estado esta madre no se fía de la atención de un facultativo de Medicina General y está llevando a su hija a Urgencias, «pero no es normal y es una forma de saturarlas». Sin embargo reconoce que no cree que una niña tan pequeña y con una patología destacada esté bien atendida de otra forma. «Cada vez que está mala la tienen que tratar con corticoides y necesito un especialista que sepa lo que le ocurre, que es una enfermedad de los niños, y que me mire el tratamiento».
Pide que la situación se solucione lo antes posible para dar una atención digna a su hija y a los otros menores afectados.
El problema al que se enfrentan las familias de Suerte de Saavedra estos meses también se ha dado en Olivenza, donde se ha solucionado a medias porque les faltan dos pediatras y han logrado que la administración les cubra una de las vacantes. En el ambulatorio de este barrio de Badajoz sin embargo no hay fecha para desbloquear el conflicto. El SES indica que en julio terminarán su formación cinco pediatras y que esperan poder cubrir la ausencia en Suerte de Saavedra entonces.
Detrás de este problema hay una crisis nacional, ya que faltan pediatras en todo el país. El pasado mes de febrero la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) hizo público una estudio. Estiman que 1,9 millones de niños de menos de 14 años no tienen un pediatra de Atención Primaria de referencia en su centro de salud.
La cifra es muy superior a la del estudio anterior, que se hizo en 2018. Entonces establecieron que 360.000 menores carecían de pediatra en sus centros de salud, es decir, el número casi se ha quintuplicado en los últimos siete años.
En Extremadura, según esta memoria, un tercio de las plazas de pediatras (29%) en centros de salud no están cubiertas por especialistas. «Contar con un pediatra de Atención Primaria que vele por la salud de niños y adolescentes y que les atienda en los procesos agudos y crónicos es un derecho que tienen. Así lo consideramos teniendo en cuenta una visión social y familiar de la Pediatría», reivindicó en la presentación del estudio el presidente de la AEPap, Pedro Gorrotxategi.
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