Borrar
El Ducado de Badajoz

El Ducado de Badajoz

Su Alteza Real la Princesa de Asturias, Gerona, Viana y Jaén cuenta también entre los títulos vinculados a la heredad de la Corona los de Señora de Cáceres y Señora de Trujillo, primero creados y luego concedidos por los Reyes Católicos

Rodolfo Orantos Martín

Domingo, 12 de enero 2020

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Con la muerte de SAR la Infanta doña Pilar de Borbón queda vacante el Ducado de Badajoz, dignidad de resonancia extremeña. No es una merced nobiliaria ordinaria, sino que siendo propiedad de la Familia Real, está en posesión de Su Majestad que autoriza su uso vitalicio a un familiar, en ocasiones ajeno a la Real Familia, con extensión pero sólo de cortesía a su conyugue. Son estos los Ducados de las capitales con las excepciones practicadas en el siglo XIX de los de Sevilla, Zaragoza y Valencia, siendo el poseedor del primero un primo del Rey que no pertenece a la Real Familia de España, sino a la de Francia, y el último de fuerte vinculación con Cáceres; fueron estos Ducados excepcionalmente creados y concedidos con carácter perpetuo en sucesión de linaje con mejor Derecho. En el siglo XX fue pretensión del Primer Duque de Suárez serlo de Ávila, pero conforme a ésta norma no escrita de reserva Su Majestad consideró mejor el predicado que ostenta ahora su nieta, Grande de España y Excelentísima Señora, como todos los Duques del Reino.

El Ducado de Badajoz fue otorgado con carácter vitalicio a SAR doña Pilar en 1967, víspera de su boda, aunque era título de la Real Familia, por el General Franco mediante Decreto publicado en el Boletín Oficial del Ministerio de Justicia. Existiendo controversia sobre la autorización concedida para ello por su Padre el Rey, aunque se acepta generalmente que la hubo; duda inexistente con el Marquesado de Kindelán, pues don Alfredo dejó muy claro a Franco que sólo aceptaría si el Rey don Juan expresamente lo creaba y concedía, autorizando después la publicación del Decreto, como así hizo; en ambos casos es claro que el dictador usurpaba las prerrogativas de Su Majestad el Rey. Finalmente en 1975 don Juan Carlos ratificó la creación y concesión del título, lo que pudo abrir otra nueva controversia, pues todavía no era Rey Constitucional de España a diferencia de cuando creo y concedió a su otra hermana, doña Margarita, Infanta de España como hija de Rey en 1981 el Ducado de Soria.

La Infanta podría haber sido la tercera Duquesa de Badajoz tras largo periodo desde 1470, fecha en la que pasó a propiedad de la Real Familia que preservaba para sí las dignidades de mayor enjundia y rentas en un proceso de afirmación del poder de la Corona frente al poder detentado por los nobles, muchas veces en conflicto con el Rey, siendo este el origen de la reserva que se hace de los títulos vinculados en su predicado a las capitales, provinciales y autonómicas. En el siglo XX y no estando ya ausente el Rey Constitucional de España, que lo estuvo entre 1923 y 1978, han revertido a la Corona los títulos de: Duquesa de Covadonga (1994), Duque de Cádiz (1989), Duquesa de Segovia (2012) y Duque de Palma de Mallorca (2015), estando en uso el citado Ducado de Soria y también el Ducado de Lugo. Quede claro que otros títulos, los de Duque de Calabria y Duque de Parma, lo son de soberanía en Italia de otras Reales Familias que, conservando su independencia, forman parte a su vez de la nuestra, pero no son estos títulos de éste nuestro Reino.

Reseño dos opiniones: la primera del Excelentísimo e Ilustrísimo Señor Licenciado Múñoz de San Pedro e Higuero, don Miguel Ángel, IX Conde de Canilleros y V Conde de San Miguel que en el “Homenaje a la memoria de don Antonio Rodríguez-Moñino 1910-1970. El inexistente Ducado de Badajoz”; y la segunda del Doctor González Rodríguez, don Alberto en su libro “Mujeres en la Historia de Badajoz”; sostienen ambos que el título del primer y el segundo Duque de Badajoz no existió nunca como tal, siendo el correcto el de Señor de Badajoz. Otros autores indican que en vez primera fue creado y otorgado por SM el Rey don Enrique IV a Hernán Gómes de Solís (o Gómez de Cáceres y Solís), sucediéndole su hijo Gomes Fernández de Solís que murió sin descendencia, pero aconteciendo todo lo anterior entre 1465 y 1470, siendo en esa fecha revertido a la Corona. Así en la Iglesia de San Agustín de Badajoz se encuentra la tumba de don Hernán, también Señor de Badajoz, en cuya lápida figura como Duque de Badajoz, reseñándose su genealogía en “El asalto al poder señorial. Hernán Gómez de Solís y la ocupación de Badajoz” del Profesor don Alfonso Domínguez Vinagre.

En todo caso el título queda ahora a disposición de Su Majestad para autorizar su nuevo uso conforme a lo que disponga su Real Gracia. Cuenta el Rey Nuestro Señor además con otros títulos de soberanía histórica, Rey de la Extremadura Leonesa y Rey de Badajoz, indudables antecedentes de nuestra Comunidad Autónoma como Reino, que sugieren el cambio de la Corona que timbra su Señal heráldica. Decir respecto a la resonancia extremeña que SAR la Princesa de Asturias, Gerona, Viana y Jaén cuenta también entre los títulos vinculados a la heredad de la Corona los de Señora de Cáceres y Señora de Trujillo primero creado y luego concedidos por Sus Majestades los Reyes Católicos a su hijo el Príncipe don Juan, también Señor de Salamanca, donde se cuidan con gran detalle estas cuestiones por lo que suponen de prestigio y valor representativo.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios