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«Los brotes de Badajoz están acorralados»

«Los brotes de Badajoz están acorralados»

La jefa del equipo de los rastreadores estima que a mitad de la semana que viene la curva podría descender al nivel del estado de alarma

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Jueves, 16 de julio 2020, 21:30

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Hace casi una semana saltaron las alarmas en Salud Pública, donde trabaja el equipo de rastreadores que se encarga de localizar y seguir a los positivos y a sus contactos estrechos. Badajoz, que había logrado tener contenida la pandemia durante todo el estado de alarma, estaba en el foco por los brotes de contagios, con niños y adolescentes infectados, y los bulos corrían de móvil en móvil provocando que el domingo saliera el consejero de Sanidad desde Badajoz negando que se fuera a cerrar la ciudad.

La situación actual es esta: ocho brotes activos, 145 contagiados y 900 personas en seguimiento. Unas cifras que, sin embargo, apuntan a que la curva ya ha empezado a descender: en cinco días se ha pasado de 49 positivos confirmados a los tres nuevos positivos comunicados. «Los brotes de Badajoz están acorralados». Lo afirma Sonia Vizcaíno, la directora de Salud Pública del área de Badajoz, quien está al mando del grupo de rastreadores.

¿Qué ha pasado? «En el momento en que nos han dado carta libre nos hemos olvidado de la pandemia», resume. Los brotes en Badajoz empiezan a finales de junio con una comida familiar para celebrar un nacimiento. El caso tiene eco porque uno de los positivos es un bombero, lo que obliga a poner en cuarentena a los compañeros con los que compartió turno. Los contagios iniciales empiezan a tener su réplica en Talavera, origen del foco.

El segundo brote surge en una cafetería del centro. Se destapa porque una de las trabajadoras iba a incorporarse en una residencia de ancianos que se había visto gravemente afectada por la covid durante las semanas más duras de la pandemia. Antes de su ingreso, le hacen la PCR y da positivo. Era asintomática.

Le siguen otros dos focos que afectan a núcleos familiares. El primero en Valdepasillas a raíz de una celebración y el segundo en Suerte de Saavedra, que es el que más preocupa «no por la gravedad, sino porque es el más numeroso», detalla Vizcaíno. A este pertenece la única persona que está ingresada en la UCI, una chica de 39 años con patologías previas.

Del mapa de contactos de este último brote salta el foco de la guardería con una docena de menores contagiados, todos asintomáticos y aislados en casa. Dos de los niños con covid iban a este centro, en el barrio de Pardaleras, y los rastreadores deciden sondearla. Además de los menores hay una treintena de positivos.

«El 99% de los casos positivos detectados son asintomáticos. No han pisado los hospitales»

Sonia Vizcaíno | Directora de Salud

El quinto foco llega en autobús. Se detecta tras un viaje de ida y vuelta a Sesimbra (Portugal), localidad costera próxima a la zona caliente de contagios de Lisboa. «Casi con toda certeza el contagio se produjo en Sesimbra, pero una vez que la persona contagiada se monta en el autobús tuvimos que sondear a todos los pasajeros», detalla.

El foco de las piscinas

El sexto brote supone un punto de inflexión en la situación de la pandemia en Badajoz. Durante el pasado fin de semana se detecta a un grupo de jóvenes (preadolescentes y adolescentes) que integran el llamado foco de las piscinas porque los contagios se producen en varias tanto comunitarias como particulares. «Todos son asintomáticos, pero la complejidad está en el gran número de contactos que tiene cada uno de ellos, aunque ya vamos despejándolos».

Tanto en este caso como el brote de los niños se han tenido que aislar a todas las familias. «Sus contactos más estrechos son el padre y la madre y esto tienen una envergadura muy seria porque tienen que estar aislados un mínimo de diez días sin poder ir a trabajar».

Los dos brotes más recientes dan la cara porque en ambos casos las personas contagiadas acuden con síntomas, una al centro de salud de El Progreso y la segunda a las Urgencias del Hospital Universitario.

Esta es la cronología de unos brotes que, en números asusta, pero que –como destaca Vizcaíno– «el 99% de los positivos que hemos detectado son asintomáticos. Afortunadamente, no han pisado los hospitales». ¿Eso significa que el virus ha perdido fuerza? No se atreve a afirmarlo.

Los brotes de Badajoz han dado la cara por tres vías: personas con síntomas que han acudido a los centros de salud, preoperatorios que ahora incorporan la PCR o personal de centros de trabajo sensibles al contagio, a los que se les ha hecho la prueba.

«Ahora mismo todos los focos están concentrados en Badajoz capital y no tenemos ningún caso suelto, es decir, no hay ningún positivo que no podamos asociar a alguno de los brotes. Estamos siendo muy conservadores y estrictos con los aislamientos. El círculo –añade– cada vez se va cerrando más y las casillas de cada brote se van vaciando».

La evolución de estos brotes apunta a un descenso progresivo tanto de los contagios como de los contactos estrechos y a la vez un aumento paulatino de las altas. «Está sucediendo con los dos primeros brotes, donde ya podemos valorar la evolución. Del tercer brote en adelante tenemos aún un número estable porque estamos en pleno periodo de observación y aislamiento. Si todo sigue así y no aparece ningún factor inesperado, a mitad de la semana que viene volveríamos a la situación que tuvimos durante el estado de alarma».

«Es alentador», reconoce la jefa de los rastreadores, quien llama a seguir alerta: «La vacuna actual es la mascarilla, la distancia y el lavado de manos. Eso y limitar las fiestas».

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