El botellón se enquista en Las Vaguadas de Badajoz y causa daños en el barrio
Los vecinos denuncian suciedad y la rotura de mobiliario urbano cada fin de semana debido a los jóvenes que se reúnen en el parque
Hace cuatro años que el botellón es ilegal en Badajoz, pero esta practica se resiste a desaparecer. Ha sobrevivido con grupos más pequeños ... de jóvenes que se dispersan en distintas zonas. Una de las perjudicadas es uno de los barrios más exclusivos, las Vaguadas, donde el botellón se ha enquistado y cuyos vecinos están hartos.
«Si es una cosa que está prohibida, ¿cómo puede ser que tengamos botellón todas las semanas en el mismo sitio? Si lo sabemos nosotros, debería saberlo la policía y que no se repita», se lamenta Jesusa Peláez, vecina de Las Vaguadas.
Los fines de semana, cientos de jóvenes llegan caminando al parque de Las Vaguadas, en la parte más alta del mismo, y beben durante horas para después marchase por la carretera de Valverde. En ocasiones los grupos también se concentran en la parte más alta de la urbanización, donde se están creando las nuevas calles.
Las pruebas son visibles. Los vecinos se encuentran los restos de botellas, vasos y envases de plástico. Pero más allá de la basura, lo que más provoca indignación son los daños debido a actos vandálicos. Desde que el botellón se acomodó en este barrio han aparecido señales de tráfico destrozadas, pintadas, basuras rotas y árboles partidos entre otros desperfectos.
«La bebida es lo que tiene. Se meten al fondo, entre los árboles y no se les ve, pero cuando están de vuelta hacia Badajoz van dando gritos y alguno pega una patada a una papelera, otro orina en cualquier sitio... Lo que no es normal», se lamenta José María Suárez, otro residente en esta urbanización pacense.
El presidente de la Asociación de Vecinos de Las Vaguadas, Guillermo Villasán, reconoce que el botellón parecía un problema puntual que llegó un verano al barrio, pero que ahora se ha fijado. Considera que los jóvenes escogen su urbanización por la falta de vigilancia y el poco tránsito de gente.
Villasán explica que, en ocasiones, la Policía Local acude a la zona para cortar el botellón, pero que no han logrado eliminar esta práctica. «Cuando ven el coche, se meten por las calles y, en cuanto se marcha la policía, vuelven a seguir el botellón».
Destrozos
Además de ocupar parte del parque en muchas ocasiones, el presidente de la Asociación de Vecinos de Las Vaguadas denuncia que el botellón causa constantes destrozos de mobiliario en el barrio. «Sobre todo tenemos muchas señales y carteles doblados. Lo hacen según se van marchando», explica. Otro problema relacionado con el botellón en Las Vaguadas es la seguridad. Algunos vecinos denuncian que los grupos de jóvenes acceden al barrio y también se marchan por el camino de la Banasta que, según los conductores, no tiene suficiente iluminación. Tampoco hay aceras. «Caminan de noche por esa zona y algún día vamos a tener una desgracia grande, muy grande», se lamenta Fernando, vecino de Las Vaguadas. Este residente asegura que ha tenido varios enfrentamientos con jóvenes que hacen botellón en la zona. «Porque varias veces han orinado en las basuras que hay delante de mi casa y no me parece normal, es una vergüenza. La normativa está para que los sancionen», añade.
Manuela Barco, vecina de Fernando, añade que hay padres que son conscientes de que sus hijos hacen botellón en Las Vaguadas los fines de semana. «Algunos los traen o vienen a recogerlos, así que saben lo que pasa aquí».
Otras zonas donde se sigue bebiendo en la calle
El botellón está prohibido en la ciudad desde 2020. La restricción comenzó por la pandemia. Hasta entonces solo estaba permitido en el ferial de Caya, pero con motivo de la crisis sanitaria se revocó el permiso para beber en la calle en esta zona. Se levantaron el resto de restricciones, pero el Ayuntamiento decidió mantener la prohibición de beber en la calle salvo excepciones como la fiesta de Los Palomos o el Carnaval. En la práctica el botellón se mantiene aunque en grupos más pequeños de forma escondida. Es habitual en el Parque Infantil o en la Alcazaba.Las pasadas Navidades hubo problemas porque cientos de jóvenes trataron de hacer botellón en la plaza de los Alféreces. Este comportamiento está castigado con 300 euros de multa.
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