Badajoz ha sufrido al menos tres tiroteos por encargo en 7 años
El que tuvo lugar en Las 800 en 2017 llegó a juicio, pero las cinco personas imputadas fueron absueltas por falta de pruebas
Es una ciudad habitualmente muy tranquila, pero también se puede decir que sabe lo que es vivir asesinatos profesionales. En 10 meses se han producido ... dos tiroteos mortales en Badajoz y en ambos casos la principal hipótesis es que fueron ejecutados por sicarios. El caso más sonado, hasta ahora, fue en 2017 en Las 800, por lo que Badajoz ha sufrido, al menos, tres atentados por encargo en siete años.
Cuando llegó a juicio el caso de Las 800 y se conocieron los detalles, parecía el argumento de una película lejana, pero en la actualidad se están dando escenas similares en la ciudad,
El 20 de noviembre de 2017 apareció un joven muerto con un tiro en la cabeza en la barriada de Santa Engracia (Las 800). Era Nadir B, un ciudadano holandés de origen marroquí que vivía en Málaga. Nada explicaba su presencia en un acto violento en una calle poco conocida de Badajoz.
El caso llegó a juicio cuatro años después. Se desveló entonces que, según la Fiscalía, Nadir era un sicario contratado, junto a otros, por un hombre de Badajoz para disparar contra la vivienda de una familia de Las 800.
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En el proceso de juzgó a dos hombres por contratar supuestamente a Nadir, a otro por posesión de armas y a otros dos por repeler los disparos de los sicarios. Ninguno fue señalado por la muerte del joven holandés porque no se pudo saber quién lo mató y finalmente todos fueron absueltos de sus respectivos cargos por falta de pruebas.
El escrito de acusación, por tanto, quedó sin probar, aunque dibujaba una historia sorprendente. El Fiscal mantenía que el 18 de noviembre hubo un tiroteo en Las 800 y que una de las personas perjudicadas decidió vengarse. Para ello contrató supuestamente a unos sicarios en Málaga, incluido Nadir, que se desplazaron en coche alquilado a Sevilla, donde hubo una reunión, y posteriormente a Badajoz.
Una vez en la capital pacense consiguieron un coche robado en Elvas, un Nissan Juke, y se desplazaron hasta su objetivo. Tirotearon una vivienda, pero no hirieron a sus ocupantes. Al contrario, uno de los supuestos sicarios cayó abatido. En el juicio no se pudo demostrar que las conversaciones entre el supuesto contratante y Nadir fuesen para cerrar un tiroteo por encargo, así que el caso nunca se resolverá.
Los dos que ocurrieron en 2024 también siguen abiertos, aunque al ser más recientes hay más posibilidades de dar con la respuesta. En ambos casos se busca a un grupo de ciudadanos latinoamericanos que llegaron a Badajoz, siguieron a los objetivos (Jesús, alias Tutu, en febrero, y Jesús Rocho en diciembre) y los mataron a tiros.
En otros países el concepto de sicario está más extendido. No tanto en España, aunque ya se van produciendo crímenes por encargo. Por ejemplo, el pasado mes de febrero tres ciudadanos colombianos aparecieron acribillados a tiros en El Saler (Valencia). Un ajuste de cuentas parece ser la causa de este triple crimen que aún se investiga.
Días después de la tragedia se supo que una de las víctimas había perdido a toda su familia en Colombia, también los asesinaron a tiros. En concreto el padre y dos hermanos del fallecido, vinculado con el narcotráfico, fueron también asesinados en 2023 en Barranquilla.
Cuánto cuesta un asesinato
Según los distintos casos desvelados por la Policía Nacional hay encargos de asesinatos en España con una horquilla muy amplia en cuánto al pago que reciben los sicarios. Suelen repetirse cifras de entre 10.000 y 30.000 euros, más cerca de la segunda cantidad cuando se trata de varios asesinos profesionales actuando a la vez, como ha sido en los dos últimos casos en Badajoz.
En 2023, por ejemplo, la Guardia Civil detuvo a cuatro personas, tres hombres y una mujer, integrantes de un grupo criminal de sicarios que trató de matar a un empresario de la localidad de Puzol, en Valencia. Dos de los detenidos dispararon con un arma de fuego desde una motocicleta a la víctima, que logró salir ilesa, mientras que un tercero dio cobertura desde un vehículo y la mujer ocultó el arma.
Los guardias encontraron pruebas de que el grupo de sicarios había recibido 15.000 euros de adelanto por atentar contra el empresario y estaba pendiente otro pago similar cuando confirmasen que lo habían ejecutado.
En Badajoz hay miedo a que se produzcan nuevos incidentes de este tipo dentro de la guerra entre familias que se está cobrando vidas.
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