El aljibe de la Alcazaba de Badajoz se convertirá en centro de interpretación del monumento

El aljibe de la Alcazaba se convertirá en el futuro centro de interpretación del monumento árabe. Los más de 1.000 metros cuadrados que hay bajo tierra frente a la Biblioteca de Extremadura se convertirán en un museo para explicar a los turistas y visitantes la historia y evolución del recinto amurallado, que es la joya patrimonial de la ciudad.

El Ayuntamiento está trabajando ya en este proyecto tomando como base la propuesta recogida para la Alcazaba dentro del plan director de las fortificaciones presentado en 2004, que ya se fijaba en esta infraestructura subterránea para albergar una sala de exposiciones.

«Lo que estamos haciendo es, por un lado, actualizar el proyecto básico de rehabilitación del aljibe que es del año 1999 y por otro, conjugarlo con un proyecto de museografía para que sea un centro de interpretación de la Alcazaba», explica el concejal de Turismo, Jaime Mejías.

Cuando el proyecto esté redactado, el Ayuntamiento optará a la línea de ayudas del 1,5% Cultural del Ministerio de Fomento, la misma que ha contribuido a financiar las obras de recuperación de la iglesia de Santa Catalina y del edificio de La Galera. De momento, Turismo no ha echado números y desconoce cuánto dinero necesitará para abordar este proyecto. «El presupuesto será lo último que se defina», apostilló Mejías.

La referencia es el proyecto primitivo del citado plan director en el que se apuntaba a una inversión cercana a los 5 millones de euros donde se incluía tanto la preparación interior del aljibe para recibir visitas como la transformación de la plataforma que lo cubre en un espacio ajardinado.

En el horizonte, Turismo trabaja para que la recuperación del aljibe pueda presentarla a la próxima convocatoria del 1,5% Cultural ya que en la actual –que está pendiente de resolverse– Badajoz es candidata a obtener fondos para rehabilitar el tramo de muralla entre la puerta del Capitel y la de Carros.

Esta iniciativa aúna dos cuestiones pendientes. La recuperación del aljibe que, aunque se trate de una infraestructura moderna –es de finales del siglo XIX– en comparación con el resto del recinto árabe es un elemento singular, de gran belleza y muy desconocido.

La cisterna subterránea se inauguró en 1881 para abastecer de agua potable a la ciudad desde su punto más alto, el Cerro de la Muela. Con este fin se excavó en plena Alcazaba un complejo de 1.250 metros cuadrados de arcos apoyados en columnas con dos depósitos gemelos, que están conectados por una tubería a la puerta del Capitel.

Se trata del aljibe más grande del centenar que hay en el Casco Antiguo (varios de ellos también dentro del recinto de la Alcazaba), legado del pasado árabe de la ciudad. Estuvo en uso hasta que en 2014 empezaron a funcionar los seis depósitos de agua La Luneta y los dos del cerro de El Bote.

El aljibe es propiedad municipal pero nunca ha formado parte del conjunto de monumentos visitables y solo se ha abierto al público excepcionalmente. La última vez fue hace una década con motivo de una visita guiada organizada por Amigos de Badajoz. Es por esto que es uno de los elementos más desconocidos de la Alcazaba para los propios pacenses.

«No reúne las condiciones de seguridad para enseñarlo al público, porque los accesos no están preparados y no tiene iluminación», detalla Mejías.

Por otro lado, el proyecto contempla dotar a la Alcazaba de un centro de interpretación que ayude a los visitantes a completar la información sobre la historia del monumento desde su origen en el periodo islámico pasando por la conquista cristiana o las guerras de restauración. De este recurso se viene hablando desde hace años y para ello se han propuesto diversos emplazamientos como la Galera, el polvorín, las ermitas o el propio aljibe. Para el depósito de agua de la Alcazaba se ha barajado fundamentalmente un uso a lo largo de los años y es servir de espacio para ampliar el Museo Arqueológico, pero finalmente el Ayuntamiento ha optado por hacer allí el centro de interpretación.