Ana Lara

Periodista extremeña

«He adaptado mis vacaciones a la fecha de las oposiciones de RTVE para nada»

«He adaptado mis vacaciones a la fecha de la prueba, lo que me permitió poder quedarme el día antes en Madrid y no tuve que viajar ese mismo día desde Badajoz», destaca Lara.

Pese a que el hotel donde se alojó lo reservó con mucha antelación, le costó 130 euros. Una cantidad a la que se suman los 80 euros de gasolina para llenar el depósito para viajar hasta Madrid a un examen que no ha tenido lugar. «Un gasto que tendremos que afrontar en dos ocasiones y que no sería necesario si nos hubiesen avisado con antelación», cuenta Celia Pérez, que también quería competir por una de las 474 plazas que ofrece la empresa pública.

Esta joven considera que no hay seriedad en las pruebas para las que se prepara desde hace dos años. «Empecé a estudiar en el año 2022, pero me expulsaron del proceso porque pedían experiencia para acceder a una de las plazas», explica Pérez, que a sus 24 años fue readmitida porque los afectados consiguieron que esta medida fuese impugnada en los tribunales.

A ella la cancelación del examen le ha dejado el bolsillo con 300 euros menos, una cantidad que ve difícil de recuperar. «En ningún momento nos han dicho a los que nos desplazamos de otras regiones que nos devuelvan los gastos ocasionados».

Para otro de los pacenses que viajó desde Badajoz (prefiere omitir su nombre) el gasto solo fue de gasolina, pues se desplazó desde Badajoz la misma madrugada del examen. «Al principio creí que era un bulo», cuenta indignado al recordar que fue tres minutos antes del inicio del examen cuando les confirmaron que este se suspendía.

Los periodistas extremeños desplazados a Madrid coinciden en su indignación y el enfado porque aseguran que sienten que han jugado con su esfuerzo y su dinero. «Nadie de la Corporación ni del tribunal de oposiciones dio la cara para ofrecernos explicaciones. La sensación es que se estaban riendo de nosotros», destaca Ana, que subraya que no solo han sufrido daño económico, también emocional y psicológico.

«Varios compañeros que íbamos desde Extremadura compartimos coche esa mañana para llegar del hotel al examen, lo hicimos para evitar aglomeraciones en un campus donde estábamos citadas tantas personas. Allí vimos a compañeros llorar porque les tiraron por la borda años de preparación».

El hartazgo de los opositores extremeños se incrementó en la tarde de ayer, cuando Ana volvió a buscar alojamiento para la noche del 1 de noviembre y no encontró nada a un precio aceptable. «Han anunciado que el examen será el 2 del próximo mes, pese a que los sindicatos han pedido otra fecha porque es puente y esto sube el precio de los alojamientos».

Noemí Generelo viajó desde Cáceres tras varios meses de estudio, y aunque asegura que a ella le viene bien contar con más días para preparar la prueba, no confía en que el nuevo proceso se realice con efectividad. Para garantizar la igualdad de condiciones, los opositores piden que RTVE publique el examen del domingo.

Un temor que se ha extendido a otros pacenses como Paloma Aceitón, que se está preparando la prueba para conseguir una plaza de producción en RTVE y teme que le ocurra lo mismo. «Es una falta de respeto al esfuerzo y el dinero que supone viajar hasta el lugar del examen, para el que muchos además se han costeado una academia».